Un equipo internacional de científicos ha descubierto que parte de la plataforma de hielo más grande del mundo se está derritiendo diez veces más rápido de lo esperado debido al calentamiento solar del océano circundante.
En un estudio de la Plataforma de hielo Ross de la Antártida , que cubre un área aproximadamente del tamaño de Francia, los científicos pasaron varios años construyendo un registro de cómo el sector noroeste de esta vasta plataforma de hielo interactúa con el océano debajo.
Sus resultados, publicados en la revista 'Nature Geoscience' , muestran que el hielo se está derritiendo mucho más rápidamente de lo que se pensaba anteriormente debido a la entrada de agua caliente.
Foto: Europa Press
"En general, se piensa que la estabilidad de las plataformas de hielo está relacionada con su exposición al agua cálida de las profundidades del océano, pero hemos descubierto que el agua de la superficie calentada con energía solar también juega un papel crucial en la fusión de las plataformas de hielo", resume el primer autor, el doctor Craig Stewart, del Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera (NIWA, por sus siglas en inglés) en Nueva Zelanda, quien realizó el trabajo mientras era estudiante de doctorado en la Universidad de Cambridge, Reino Unido.
Aunque las interacciones entre el hielo y el océano que se producen a cientos de metros por debajo de la superficie de las plataformas de hielo parecen remotas, tienen un impacto directo en el nivel del mar a largo plazo. La plataforma de hielo de Ross estabiliza la capa de hielo de la Antártida Occidental al bloquear el hielo que fluye desde algunos de los glaciares más grandes del mundo.
"Estudios anteriores han demostrado que cuando las plataformas de hielo se derrumban, los glaciares que se alimentan pueden acelerar en uno o dos o tres factores", dice el coautor Poul Christoffersen, del 'Scott Polar Research Institute de Cambridge. "La diferencia aquí es el gran tamaño de la plataforma de hielo Ross , que es cien veces más grande que las plataformas de hielo que ya hemos visto desaparecer", detalla.
El equipo recolectó datos de cuatro años de un amarre oceanográfico instalado bajo la Plataforma de Hielo Ross por colaboradores de NIWA. Utilizando instrumentos desplegados a través de un pozo de 260 metros de profundidad, el equipo midió la temperatura, la salinidad, las tasas de fusión y las corrientes oceánicas en la cavidad debajo del hielo.
El equipo también usó un sistema de radar a medida extremadamente preciso para estudiar el grosor cambiante de la plataforma de hielo. Con el apoyo de Antarctica New Zealand y la Beca Scott Centenary de la Fundación Rutherford en el Instituto de Investigación Scott Polar, el doctor Stewart y el doctor Christoffersen viajaron más de 1.000 km en motonieve para medir el espesor del hielo y determinar el índice de fusión basal.