Año tres: más de un tercio del planeta aún carece de una sola dosis de y aparecen alrededor de 1.5 millones de casos todos los días; sin embargo, el impacto del virus parece descender a nivel mundial, aunque aún no llegamos a la presencia endémica del virus, que se manifiesta en un reporte estable de casos donde los niveles de infección se explican a través de la estacionalidad. Los escenarios internacionales se mueven de diferente forma, no sólo condicionados por el número de vacunas administradas, sino por las políticas nacionales, el impulso natural del virus y las diferentes características de las poblaciones.

El Covid-19 ha sumado más de 496 millones de casos confirmados y más de 6 millones de muertos en todo el mundo. Con la pandemia entrando a su tercer año, el doctor Tedros Adhanom Gebreyesusle, director de la Organización mundial de la Salud (OMS), ha subrayado en esta etapa de la pandemia tres factores de preocupación: el cansancio de la población, la duración de la inmunidad derivada de la vacunación o de la infección y la imposible predicción sobre la evolución del virus.

El universo de las subvariantes

Imposible perder de vista la evolución del virus. Ómicron sigue siendo la variante de preocupación (VOC) que domina a nivel mundial y representa casi todas las secuencias notificadas recientemente a GISAID, la iniciativa internacional para compartir datos genómicos sobre el virus de la gripe y del SARS-CoV-2. A fines de febrero, la OMS aclaró que las subvariantes detectadas corresponden a ómicron y deben ser clasificadas de esta forma. De las 379 mil 278 secuencias reportadas en GISAID con muestras recolectadas en el último mes, 376 mil 82 (99,2 %) eran ómicron, mientras que menos de 1% correspondían a delta.

La OMS continúa monitoreando varios linajes descendientes de ómicron, incluidos BA.1, BA.2, BA.3 y más recientemente BA.4 y BA.5. Estos últimos detectados en Sudáfrica y algunas naciones europeas, pero sin mayor gravedad en la enfermedad. Estos dos últimos linajes tienen mutaciones adicionales en la región de la proteína espícula y mutaciones únicas fuera de ella asociadas a posibles características de escape inmunitario, pero aún están siendo evaluadas más a fondo por científicos de la OMS. También se han detectado recombinantes circulantes, como la llamada XE.

Mientras aumentan los casos en Europa y Asia oriental debido a ómicron BA.2, los organismos internacionales alertan a todos los países a permanecer con la vigilancia puntual y a cerrar urgentemente las brechas de vacunación. Cada una de las preocupaciones expresadas por el director de la OMS se ven plasmadas en el ritmo que la pandemia ha tomado en diferentes geografías. Precisamente el hartazgo de la población llevó a muchos países a quitar las restricciones antes de tiempo, como el uso de mascarillas, lo que ha permitido que en varios países de Europa, y ahora en EU, se presente un ascenso de contagios. En pocos días, aumentaron casos en ciudades como Filadelfia, por lo que el uso obligatorio de mascarillas se ha vuelto a implementar. Especialistas de EU han llegado a hablar de una nueva ola para el otoño si no se fortalece la vigilancia y vacunación.

En China, el acelerado incremento de casos en Shangai, que concentra 80% de las nuevas infecciones, impuso fuertes confinamientos, mientras que África ha sorprendido a los especialistas, pues se esperaba que el virus arrasaría con la población por su débil sistema de salud, pero las tasas de mortalidad  se han mantenido más bajas que en otras partes del mundo. Un nuevo análisis dirigido por la OMS encontró que 65% de los africanos habría resultado infectado durante el tercer semestre del 2022, desatando grandes dosis de anticuerpos por la infección en la mayoría de la población. Hay especulación sobre si la edad promedio más baja de los africanos también contribuyó a disminuir el impacto del virus.

México en este momento está llegando al punto más bajo de casos nuevos de Covid-19 en lo que va de la pandemia. Especialistas como el epidemiólogo Alejandro Macías dicen que un repunte reciente de casos no obedeció a nuevas infecciones, sino al ajuste de casos pendientes. Aún no estamos viendo el repunte que vio Europa con ómicron BA.2, pero para los especialistas es importante mantener el uso de cubrebocas e intensificar los programas de vacunación para todos los grupos.

Países como el nuestro ya movilizan una cuarta dosis para grupos vulnerables como los adultos mayores. Parece que a nivel mundial, las futuras decisiones sobre las dosis de refuerzos estarán enfocadas a las personas con mayor riesgo de enfermedad grave, pero faltan datos que puedan explicar con mayor contundencia la duración de la inmunidad y los beneficios de las dosis extra en todos los grupos. Por lo pronto, en el país se espera que realmente se convierta en una realidad la promesa de vacunación de los niños a partir de mayo, los grandes discriminados de la pandemia. Se ha transferido el compromiso de este anuncio a COVAX y su mecanismo de Compromiso de Mercado Anticipado.

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Red Global de Datos

Científicos en más de 20 países también han comenzado a recopilar datos para un ambicioso proyecto: la Red Global de Datos de Vacunas (GVDN). Surgió hace una década con el fin de recabar datos sobre la seguridad de las vacunas, pero las vacunaciones masivas durante esta pandemia revivieron el proyecto con el apoyo de la fundación Bill y Melinda Gates. Con la capacidad de extraer datos de más de 250 millones de personas en todo el mundo, se investigarán complicaciones raras relacionadas con las múltiples vacunas contra el coronavirus con la meta de mejorar la predicción, el tratamiento y, potencialmente, la prevención de efectos secundarios.

El investigador Bruce Carleton, farmacólogo de la Universidad de Columbia Británica, Vancouver, y jefe de genómica de GVDN, ha señalado que después de que en todo el mundo se han administrado miles de millones de dosis de vacunas no hay duda de que son muy seguras ; sin embargo, no se puede discriminar la rareza de algunos problemas detectados en algunas de ellas, como sucedió con la pandemia de gripe H1N1, cuando algunos países detectaron un mayor riesgo de narcolepsia con la vacuna, llamada Pandemrix, pero faltaban datos más consistentes.

Es así que para el caso de las vacunas contra el Covid-19, actualmente están en marcha varios estudios. Uno estudiará la inflamación del corazón asociada con las vacunas de ARN mensajero de Pfizer y Moderna. Otro investigará la trombocitopenia trombótica, trastorno de la coagulación relacionado con las vacunas de vectores virales de AstraZeneca y Johnson & Johnson. La red también examinará a fondo el riesgo del síndrome de Guillain-Barré para ciertos grupos. Los especialistas del propyecto señalan que la idea no es atemorizar sobre el uso de vacunas, sino lograr que los efectos secundarios raros, sobre todo ligados con la genética de ciertos individuos, sean aún más raros.

De la misma forma que se mantiene la vigilancia sobre el surgimiento de las variantes, las vacunas tampoco pueden ser descuidadas.