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La Agencia Espacial Europea (ESA) busca nombre para su nueva nave espacial y para ello ha pedido ayuda a la ciudadanía, que tendrá hasta el 17 de octubre para enviar sus propuestas. ¿Y que hará esta misión? Detectar tormentas solares potencialmente peligrosas antes de que lleguen a la Tierra.
La nave espacial, actualmente conocida como "Lagrange" , será la primera de su categoría, informa la ESA, que señala que al volar hasta una posición única en el espacio, fija en relación con el Sol y la Tierra , disfrutará de una "vista lateral" de nuestra estrella.
Desde ahí, podrá ver las fuentes de actividad solar peligrosa —como las manchas solares— antes de que, con la rotación del Sol, sean visibles desde la Tierra. Además, seguirá la propagación de fenómenos solares conforme se acercan a nuestro planeta.
Así, la nueva misión meteorológica espacial vigilará de forma constante "nuestro impredecible y a menudo anárquico astro", enviando sin interrupción datos a la Red de Servicios de Meteorología Espacial de la ESA.
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La información recabada se usará para enviar avisos tempranos a las autoridades, industrias y organizaciones nacionales encargadas de velar por los sistemas tecnológicos modernos, o cuyas actividades se basan en dichos sistemas.
"Esta misión nos permitirá estar más seguros y contribuirá a proteger infraestructuras civiles esenciales, como las redes eléctricas y los satélites de navegación y telecomunicaciones, pero ¡aún no tenemos un nombre exclusivo para ella!", apunta la agencia espacial.
Por eso, la ESA invita a sus seguidores a enviar propuestas de nombres originales para la misión; el plazo, hasta el 17 de octubre.
Las emisiones del Sol son frecuentes; expulsan al espacio miles de millones de toneladas de plasma caliente en colosales acumulaciones de material con líneas de campo magnético. Es lo que se conoce como "eyecciones de masa coronal".
El Sol también emite fulguraciones gigantes y ráfagas de potente radiación electromagnética — rayos X , rayos gamma y ráfagas de radio — acompañadas de flujos de partículas con una elevada carga energética.
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Estas violentas erupciones solares a veces salen despedidas hacia nosotros, emitiendo enormes cantidades de radiación, energía y partículas cargadas que distorsionan y perturban de forma significativa el campo magnético que protege la Tierra y la alta atmósfera, además de resultar peligrosas para los astronautas.
Asimismo, las perturbaciones de nuestro campo magnético crean tormentas geomagnéticas que pueden afectar a los satélites en órbita, a los sistemas de navegación, a las redes eléctricas y a las de datos y comunicación.
Avisar de estos fenómenos a tiempo puede marcar "una auténtica diferencia", dando a las autoridades civiles un margen de tiempo crucial para preparar y proteger tanto las infraestructuras esenciales en la Tierra como a los astronautas, resume la ESA.
Eso es precisamente lo que hará la nueva misión al vigilar el Sol "de lado", tomando imágenes de las manchas solares —que suelen ser fuentes de emisiones potenciales— antes de que roten y sean visibles desde la Tierra.
nrv