Julia Carabias Lillo
demandó una estrategia para conservar la cuenca del Usumacinta , una de las regiones más diversas de flora y fauna que en la actualidad sufre estragos por la deforestación y la ocupación ilegal de hábitats.
Durante su participación en el encuentro virtual “Tópicos de Frontera en la Sustentabilidad” , la doctora honoris causa explicó que la región que forma parte de los estados del sur (Chiapas, Tabasco y Campeche) aloja más de mil 173 especies de vertebrados, 50 por ciento de las aves y mariposas diurnas, 30 por cientoo de mamíferos, así como 77 especies de peces.
La académica de la Facultad de Ciencias (FC) expuso que México conforma el 44.21 por ciento del territorio de la cuenca, que comparte con Guatemala y Belice (55.75 por ciento y 0.04 por ciento respectivamente). Además, mencionó que la zona ha sido perturbada por la ocupación ilegal de tierras, la migración, el narcotráfico y el contrabando de ganado, madera y armas.
“Todavía tiene buena calidad ambiental, pero las tendencias de deterioro se agudizan como consecuencia de sistemas socioeconómicos insustentables y actividades productivas ineficientes que degradan el medio ambiente y no contribuyen a mejorar las condiciones de vida de su población”, advirtió Carabias Lillo.
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Por lo que recomendó que ante el patrimonio natural y cultural que posee la cuenca del Usumacinta, debe planearse un plan de atención integral luego que las iniciativas han sido descuidadas hasta el momento: “Hay programas sueltos, ocurrencias para el desarrollo sin continuidad y sin criterios ambientales”, lamentó.
La bióloga de la UNAM consideró que entre los desafíos para preservar la cuenca debe prestarse atención a la reducción de la deforestación , el mantenimiento de las aguas para evitar la eutrofización, que es cuando las aguas son contaminadas con desechos de actividades productivas, y al cuidado de las especies.
nrv