La alopecia areata es una enfermedad que produce la caída parcial o absoluta del cabello , en su manifestación más común, ya que hay casos más severos en los que no sólo se pierde la cabellera, sino que se ausenta el crecimiento de cejas, pestañas y vello nasal, vulnerando la calidad de vida de quien lo padece, al exponerse directamente a los rayos del Sol y contaminantes. Si bien, este padecimiento todavía no tiene cura, existen tratamientos que inhiben y ralentizan el proceso, pero ¿qué tan efectivos son?
La alopecia es una enfermedad autoinmune , esto quiere decir que el sistema inmune , encargado de proteger al cuerpo humano de agentes patógenos que desencadenan enfermedades, sufre una alteración por la que, en vez de combatir posibles afecciones, es la responsable de provocarlas.
En el caso de la alopecia, el sistema inmune da órdenes a los glóbulos blancos de atacar a las células sanas que habitan en los folículos pilosos, que son aquellas microaberturas, ubicadas en la superficie de la piel, a través de los que emana el cabello y vello. Sin embargo, aún no se desentraña el motivo por el que el sistema inmune se dirige a estas fibras nerviosas: sólo existen indicios. Uno de ellos sugiere que su manifestación estaría vinculada con la genética, ya que también la padece un familiar de una de cada cinco personas con la enfermedad.
Lee también:
Pese a que la enfermedad no tiene cura, hay casos en los que el cabello se restablece y vuelve a crecer por completo: Esto ocurre en las y los pacientes que experimentan una pérdida parcial de la cabellera; comúnmente se denomina como "pérdida de parches", que no son más que mechones de cabello con un diámetro parecido al de una moneda-centavo. Mientras que, aquellas y aquellos pacientes que alcanzan un nivel más severo de la enfermedad son diagnosticadas con "alopecia totalis"; pérdida total del cabello, y "alopecia universalis", pérdida de todo el vello del cuerpo.
La alopecia no tiene cura. Sin embargo, hay tratamientos que ralentizan la pérdida de cabello o incitan a su recuperación. Uno de ellos es el uso de corticosteroides , un tipo de fármaco antiinflamatorio que suprime el mal comportamiento del sistema inmune. Este medicamento se administra en inyecciones, aplicación tópica (en las mucosas), como ungüento, o vía oral.
Además, existen los medicamentos que impulsan el crecimiento del cabello como Minoxidil; un fármaco vasodilatador que relaja los músuclos en búsqueda de incrementar el flujo sanguíneo, Anthralin; utilizado habitualmente en la dermatología para combatir la hiperplasia epidérmica, SADBE; un ácido escuárico que trata las verrugas, y DPCP; la inmunoterapia tópica que más se utiliza para combatir la enfermedad.
Lee también:
A pesar de que estos tratamientos cuentan con un rango de efectividad aceptable y motivan el crecimiento del cabello, no previene futuras caídas o la formación de nuevos parches de calvicie.
Otro de los tratamientos alternativos que aborda este padecimiento; se trata de la fotoquimioterapia , en la que se recurre a rayos ultravioleta asociados a sustancias farmacológicas fotoactivables. Este recurso es empleado en pacientes incapacitados de someterse a terapias invasivas y sistemáticas.
Como en casi todas las afecciones, hay algunas personas que optan por probar remedios caseros para reprimir el padecimiento. Esto ocurre con la alopecia, aunque es importante aclarar que hay muy pocos estudios que respalden su uso, sin embargo, tampoco hay indicios que causen algún efecto colateral. Entre las prácticas más usuales, se usa jugo de cebolla o de ajo, té verde frío, aceite de romero, miel o leche de coco para frotar en la parte afectada. La acupuntura y la aromaterapia son otras de las alternativas a las que recurren las personas con alopecia.
Con información de PubMed y National Institutes of Health)
melc