Ante la incertidumbre sobre su futuro laboral, investigadores del programa Cátedras Conacyt sumaron esfuerzos para crear el Sindicato Independiente de Trabajadoras y Trabajadores de Investigación de Cátedras Conacyt (Siintracátedras).
El programa Cátedras surgió en 2014, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, como una medida para resarcir el problema de la falta de plazas. Sin embargo, los miembros de ese programa se encuentran en una situación vulnerable, porque a diferencia de otros trabajadores de ciencia y tecnología, tienen un esquema de contratación que está “en el límite”.
“Nosotros no formamos parte de las instituciones en las que hemos sido recibidos, no podemos formar parte de cuerpos académicos y es muy difícil que podamos ser responsables técnicos de diversos proyectos en los que podamos colaborar. Eso está relacionado con el carácter técnico y operativo de nuestro desempeño, pero, por otro lado, buscamos la negociación de un contrato colectivo de trabajo”, explica en entrevista Erick Galán Castro, adscrito como catedrático Conacyt a la Universidad Autónoma de Guerrero.
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El vocero del Siintracátedras señala que el contrato colectivo tendría como consecuencia dos cosas: la generación de certidumbre sobre su labor y que su programa tenga continuidad, para que sea considerado como política pública.
“El problema es que desde hace tiempo se han venido preparando más personas con un perfil doctoral y cuando egresamos, nos cuesta trabajo conseguir trabajo. De hecho muchos trabajamos en otras cuestiones, dando clases o nos sumamos a proyectos de corto plazo. Con Cátedras Conacyt se da solución a la falta de acceso al empleo”.
Su situación es preocupante, enfatiza, porque el programa Cátedras ha disminuido. Por ejemplo, en 2018 se contabilizaron mil 500 cátedras asignadas y en 2020 se registraron mil 76.
También han visto una disminución en la cantidad de proyectos asignados, pues antes se tenía el registro de 982 y ahora únicamente hay 664.
“Sentimos que en el Conacyt sí hay una preocupación por lo que pasa en el programa Cátedras. Al mismo tiempo hay una preocupación por la forma en que estamos contratados, pues ellos se dan cuenta que el programa es exitoso en la medida en que hemos contribuido a generar conocimiento. Ha habido apoyo, pero podemos dar un paso adelante para que este programa no solamente sea a corto plazo”, dice Galán Castro.
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A inicios de este sexenio, durante los primeros meses de 2019, hubo un acercamiento entre los de Cátedras Conacyt y María Elena Álvarez-Buylla, quien reconoció que su situación laboral no es la óptima.
“Nosotros estamos poniendo de nuestra parte al conformarnos como sindicato y negociar con el Conacyt. A las autoridades del Consejo les enviamos la información sobre la conformación del sindicato y aún esperamos respuesta”, dice Galán Castro, integrante del Sindicato que inició con 43 miembros.
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Agrega que aún no fijan postura por los cambios al Reglamento del SNI: “Son cambios necesarios, pero también falta ver aprobada la Ley General de Ciencia”.