El , neurólogo, neurofisiólogo y especialista en la medicina del sueño, comenta que la apnea del sueño es un trastorno en el cual la vía respiratoria se ve obstruida de manera parcial al momento de dormir y esto puede suceder por múltiples causas.

La apnea obstructiva del sueño forma parte de un complejo sindromático que llamamos síndrome de apnea-hipopnea del sueño.

Entre algunas de las diferentes causas que pueden resultar en apnea-hipopnea del sueño se encuentran: la reducción del volumen de la luz de la nasofaringe, que es el espacio posterior a la cavidad oral, a través de la cual pasa el aire durante la respiración; también un incremento de volumen en la lengua, del tejido celular subcutáneo o de la grasa que podrían obstruir el paso del aire en las etapas de sueño, que es un momento en el cual se relajan los músculos que mantienen en su lugar las estructuras de la nasofaringe y de la tráquea.

Cuando esto sucede, existe un colapso de la válvula que permite el paso del aire a la tráquea, lo que genera un periodo de no ventilación que es a lo que se le conoce como apnea del sueño. A raíz de que no hay ventilación, se genera un incremento en la concentración de dióxido de carbono en la sangre, que activará el sistema nervioso y provocará una respuesta reflejo buscando respirar, aquí el paciente despierta de manera súbita para jalar aire.

Identifica si eres propenso a desarrollar la apnea del sueño

Existen muchos factores diferentes que pueden provocar , algunos son modificables y otros no lo son.

Uno de los factores más comunes es la obesidad, debido a que genera un aumento en los depósitos de grasa en el área del cuello, lo cual puede terminar bloqueando parcialmente la vía respiratoria.

Pero la realidad es que no solamente las personas que viven con obesidad son propensas a esto, también las personas con insuficiencia cardíaca o renal lo son debido a la acumulación de líquido en el pericardio (capa exterior de tejido que mantiene el corazón en su lugar) o la pleura (capa delgada de tejido que recubre los pulmones); trastornos endocrinos o por los niveles de hormonas que pueden influir en la forma y tamaño de la cara, vía respiratoria y la lengua.

Además, algunos hábitos del estilo de vida como fumar, que condiciona inflamación de la vía respiratoria, o beber alcohol que relaja los músculos de la garganta y boca y que también pueden afectar el proceso de respiración al dormir.

El Dr. Sánchez menciona que algo que se ha visto también en el último par de años, es que los cuadros asociados al COVID-19 o al post COVID-19 también son factores de riesgo, sin importar el peso corporal de la persona y, sobre todo, cuando el paciente ha presentado neumonía o secuelas asociadas a esta enfermedad.

Foto: cortesía
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Los tipos más comunes de apnea del sueño

En términos generales, los tipos de apnea del sueño más frecuentes son:

Es el tipo de apnea del sueño más común y se presenta cuando los músculos de la garganta se relajan durante el sueño y genera el colapso de las vías respiratorias superiores, así como la obstrucción parcial o completa en el flujo del aire.

Este fenómeno se suele acompañar de ronquido de leve a severo, pausas en la respiración, somnolencia diurna intensa y dificultad para concentrarse.

Dentro de las causas más frecuentes de este tipo de apnea del sueño está la obesidad, el tamaño de las amígdalas, desviación del septum nasal, por citar algunos.

Se presenta con menor frecuencia que la apnea obstructiva del sueño y ocurre cuando el cerebro no logra enviar las señales adecuadas a los músculos encargados de iniciar la respiración.

Una persona con apnea central del sueño deja de respirar de manera temporal a causa de esta falla de la comunicación entre el cerebro y los músculos, sin que haya un factor obstructivo físico que lo provoque.

Entre los síntomas que presenta alguien con apnea central del sueño están las pausas respiratorias, dificultad para conciliar el sueño, despertarse con frecuencia en la noche y somnolencia diurna.

La aparición de esta enfermedad se suele relacionar a enfermedades neurológicas, insuficiencia cardíaca y otras condiciones médicas.

Apnea del sueño en niños

Aunque no se habla tanto de ello, también los niños desde edades muy tempranas pueden presentar apnea del sueño. Existe la denominada apnea del recién nacido que se asocia a la inmadurez en el neurodesarrollo del bebé y es una condición que debe ser atendida por un neonatólogo experto en este tipo de problema.

Pero más allá de los primeros días de vida, también es importante recordar que México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil, indica el Dr. Sánchez, y esto influye negativamente en la presencia de apnea-hipopnea del sueño en niños.

¿Sabes si tú o alguien que conoces tiene apnea del sueño?

Existen varios signos importantes que acompañan a la apnea del sueño como el , que es una vibración de las cuerdas vocales y la válvula epiglotis, esta última impide que los alimentos o líquidos ingresen a la tráquea y lleguen a los pulmones. Que una persona ronque nunca es normal, y aunque no necesariamente significa que hay apnea del sueño, sí significa que se debe buscar atención especializada.

Los despertares frecuentes nocturnos son otra señal de alerta, al hablar de apnea del sueño, significan que el cuerpo busca ventilación de manera súbita para evitar que la persona se ahogue.

Un síntoma que no se suele relacionar con la apnea del sueño, pero sí lo está, es necesitar orinar con frecuencia durante los horarios de sueño, esto sucede a causa de dos factores: por un lado, está el incremento del gasto cardiaco debido a que el corazón trabaja más para compensar la falta de oxígeno, lo que trae consigo que la sangre se filtre más en los riñones y se genere una mayor producción de orina; el segundo factor es que, al no dormir bien por la apnea del sueño, no se logra llegar a las etapas profundas de este, y con ello, se producen hormonas como la antidiurética, que, evita el deseo de ir al baño.

Foto: cortesía
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¿Por qué es importante la atención especializada?

La apnea del sueño es una enfermedad que progresa de manera paulatina, señala el Dr. Sánchez, pero es importante buscar atención médica especializada de manera temprana por diferentes razones. La atención médica puede venir de manos de un neurólogo, psiquiatra, neumólogo, otorrinolaringólogo y psicólogos, que hayan realizado especialización en medicina del sueño.

Una vez que se ha percibido uno o varios de los síntomas, el médico emplea diferentes herramientas para llegar al diagnóstico como: la exploración física, un estudio polisomnográfico para conocer la función cardiorrespiratoria y no solamente conocer si hay apnea del sueño, también la cantidad de apneas que se presenta por cada hora del sueño e identificar así el nivel de esta enfermedad.

La importancia de buscar el tratamiento adecuado es que, conforme pasa el tiempo, puede provocar una serie de problemas de salud a largo plazo como:

Función cognitiva: al no dormir bien se ve afectada la función cognitiva, esto genera una mayor dificultad para concentrarse, resolver problemas y aprender cosas.

Problemas cardiovasculares: la apnea del sueño no tratada se ha visto asociada a un mayor riesgo en el desarrollo de hipertensión arterial, enfermedad cardíaca coronaria, arritmias cardíacas y eventos cerebrovasculares, entre otros.

Problemas emocionales: la somnolencia diurna excesiva afecta los problemas emocionales y puede generar irritabilidad, ansiedad e, incluso, depresión.

Problemas metabólicos: afecta el metabolismo de la glucosa, esto significa un aumento en el riesgo de resistencia a la insulina, lo que incrementa la posibilidad de desarrollar diabetes tipo 2 y obesidad.

Somnolencia diurna excesiva: esta puede afectar no solamente la capacidad de concentración para realizar actividades diarias, si no que, en niveles extremos, también puede poner en riesgo tu salud al generar accidentes.

Acerca del tratamiento

La realidad es que al día de hoy no existe ningún tratamiento que cure la apnea del sueño, comenta el Dr. Sánchez, sin embargo, sí existen algunas cirugías que buscan ayudar a mejorar la ventilación nocturna en cierto tipo de pacientes; en otros casos, el tratamiento óptimo es el uso del dispositivo CPAP, dispositivo de presión positiva intermitente de las vías respiratorias superiores que suministra un flujo constante de aire a presión mediante el uso de una mascarilla.

Y como alternativa para muchas personas, están los cambios en los hábitos de vida que incluyan la pérdida de peso controlada, disminución del consumo de alcohol y otras medidas de higiene del sueño, que podrán, en conjunto, llevar un control muy bueno o excelente en esta enfermedad.

El Centro Médico ABC a través de su cuenta con la Clínica del Sueño, en donde encontrarás especialistas y equipo destinado a dar diagnóstico, tratamiento y seguimiento a los diferentes trastornos del sueño, incluyendo la apnea del sueño.

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