“Neuralink”
es la empresa de Elon Musk que posibilitó leer la actividad neuronal a través de un implante cerebral inalámbrico, nombrado como “Link v0.9”, el cual está conformado por mil 24 electrodos insertados en pelaje porcino. El objetivo de esto es entender cómo funciona el cerebro para tratar algunas enfermedades.
La demostración de este invento se llevó a cabo con el objetivo de garantizar su seguridad, pues presentaron a tres cerdos en las diferentes fases que comprenden el procedimiento; a uno de ellos no le fue implantado el dispositivo, el segundo emitía señales directas de los electrodos; mientras que el último fue expuesto después de la extracción método.
Durante la presentación se expuso la actividad neuronal del segundo cerdo. Cada una de sus neuronas podía ser identificada como un “disparo”, de acuerdo al lenguaje científico, lo que permitió predecir los pasos que sucederían durante su trayectoria.
“El disparo de cada neurona aparecía como un pequeño punto blanco. Cada fila una neurona; cientos de ellas ordenadas en una matriz de datos fluyendo de manera continua en tiempo real”, narró la agencia SINC, mientras que la actividad total fue representada con el color azul.
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Para lograr la trasmisión inalámbrica se tomaron en cuenta factores como las medidas de temperatura , la presión intracraneal en tiempo real.
Entre las características que distinguen al “Link v0.9”, pues la lectura de actividad neuronal no es algo nuevo, es que oculta el implante debajo del cuero cabelludo del animal , para otorgar privacidad a aquellos que lo portarán.
El siguiente paso será esperar que la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) apruebe al nuevo dispositivo, para que este sea implantado en personas con lesión cerebral para favorecerlos por medio de un tratamiento alternativo.
Como caso ejemplificatorio señalaron a pacientes de Parkinson, pues le ayudarían a mover brazos robóticos mediante implantes de electrodos profundos, así como para la predicción de crisis epilépticas , ataques al corazón, además de ayudar a desarrollar nuestras capacidades cognitivas para realizar actividades como tocar algún instrumento musical.
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Pese que este proyecto resulta alentador, no se tomó en cuenta los riesgos que su uso podría conllevar, como es el caso de las infecciones que la implantación produciría tanto en animales como en humanos ante una cicatriz glial, que impide el paso de las ramificaciones que entran en contacto con las células nerviosas.
nrv