Aunque parezca incierto el año está a punto de terminar y con su culmino podremos ser testigos de los últimos eventos astronómicos que ofrecerá, por lo que te recomendamos que estés atenta y atento al calendario, pues en diciembre tendrá lugar una de las lluvias de estrellas de mayor actividad, otra de menor intensidad, el asomo de Mercurio en medio del cielo nocturno y, por supuesto, ¡la llegada del invierno!
Mercurio, además de ser el planeta más pequeño de nuestro sistema solar, es también el cuerpo plantario más cercano al Sol. Esta cercanía no produce que sea el más caliente de los planetas, sin embargo, si provoca que sea poco identificable en el cielo, debido a que el astro hace que la luz de Mercurio se pierda ante la gran intensidad con que él brilla, sin embargo, hay algunas noches a lo largo del año en que el planeta se aleja a la mayor distancia del Sol, lo que nos permite identificarlo como un punto resplandeciente en el firmamento.
Esa noche está a poco de suceder, pues el 4 de diciembre, Mercurio se colocará a 21,3º al este del Sol; la mejor hora para apreciarlo será a antes de las primeras horas del amanecer, debido a que su punto máximo será alcanzado a las 11:25 horas, cuando en nuestro país ya haya más que clareado.
La elongación de Mercurio tiene lugar de cada tres a cuatro meses.
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Como ocurre cada mes, la Luna atraviesa ocho fases que se desenvuelven en un aproximado de 29, 5 días, en los que su cara adopta diferentes formas; habrá días en que sólo puedas ver un pequeño fragmento suyo iluminado y otros en que luzca en toda su redondez, así como otros en que parecerá que se ha ocultado para no iluminar a la Tierra; eso es lo que sucede cada Luna Nueva.
La fase de la Luna alcanzará el 0% a las 17:33 horas.
Aunque la fecha oficial en que si dice que las Gemínidas aparecerán en el cielo son los días 14 y 15, en realidad, son días que corresponde al pico más alto de los meteoros, por lo que podrás apreciar hasta 120 de ellos en la extensión de tan sólo una hora, lo que convierte a las Gemínidas en unas de las lluvias más activas que existen, sin embargo, si pones atención al cielo nocturno desde el 4 de diciembre podrás apreciar algunas estrellas fugaces a la impresionante velocidad de 35 kilómetros por segundo.
La palabra solsticio proviene del latín "solstitium", que quiere decir "sol quieto", lo que sucede más o menos cuando tiene lugar un solsticio, pues el Sol alcanza uan inclinación de 23,5 grados, produciendo cantidades desiguales de luz solar para el hemisferio norte y el sur, lo que provoca que sea el día más corto del año, al menos en México y los países que están situados en el territorio septentrional, con el que marcará la llegada del invierno, produciéndose a las 21:24 horas.
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Las Gemínidas no es la única lluvia de estrellas que tienen lugar en diciembre, pues las Úrsidas comienzan a avistarse sólo dos días después, pues su actividad imagina desde el día 17, pero no es sino hasta el 22 y 23 que podremos verlas con más frecuencia moviéndose en el cielo, aunque cabe destacar que en este caso, es mucho más complicado captar su movimiento, debido a que su intensidad es baja, sobre todo, comparada con las Gemínidas, ya que alcanzarán a verse entre 10 a 50 de ellas por hora, cuando alcancen su mayor pico.
Serán las 18:34 horas cuando la Luna alcance su mayor redondez, pues en ese momento se cumplirá el último ciclo de las ocho fases lunares, con la Luna llena, también conocida como el plenilunio, que ocurre cuando la Luna está ubicada en el lado opuesto de la Tierra, lo que produce que el Sol la ilumina por completo, pues cabe destacar que sin la luz que la probé el astro, la Luna no podría brilla; lo que ocurre se podría comparar a la proyección de una película en una muro.
melc