De acuerdo al Segundo Censo Nacional del Jaguar 2018 coordinado por el Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), México tiene una población de 4 mil 800 jaguares en vida silvestre, lo que representa un aumento de 20% respecto al último registro de 2010.
Este crecimiento se debe, entre otros factores, al aumento de la superficie de cobertura forestal respecto a hace dos décadas, explicó el Doctor Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, coordinador del estudio.
Dicha especie habita en 18 de los 21 países latinoamericanos y, de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), “solo quedan 64,000 ejemplares en vida silvestre”, el 90 % de ellos en la Amazonía. México cuenta con una de las poblaciones más amenazadas, por lo que su conservación es altamente prioritaria
La dinámica que realizaron los investigadores fue colocar 369 cámaras trampa en 11 sitios diferentes: Los Chimalapas (Oaxaca), Laguna Om y El Edén (Quintana Roo), Punto Puc (donde convergen los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo), Montes Azules y La Sepultura (Chiapas), Nevado de Colima (Jalisco), Sierra del Abra Tanchipa (San Luis Potosí), Sierra de Chilpancingo (Guerrero)y Sahuaripa (Sonora).
Participaron 25 grupos académicos, representando a 16 instituciones, con el apoyo de la Alianza WWF-Fundación Telmex Telcel y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas.
“La presencia del jaguar asegura el funcionamiento de los ecosistemas, al regular las poblaciones de herbívoros, además de ser un indicador del buen estado de salud de los ecosistemas”, explicó Heliot Zarza, Vicepresidente de la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar, en un comunicado de WWF México.
Según datos de Fondo Mundial para la Naturaleza el jaguar puede pesar más de 100 kilos, aunque los ejemplares mexicanos rara vez superan los 60 kg. Se alimenta de pecarís, venados, tepezcuintles, armadillos, monos y cocodrilos.
Con información de WWF México