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"¿Podemos tener secretos, verdad?"
De esa forma se excusó Dmitry Rogozin, jefe de la agencia espacial rusa Roscosmos, tras negarse a revelar las causas que originaron un agujero en una nave de la Estación Espacial Internacional (EEI) en agosto de 2018.
"Ocurrió en los habitáculos de la estación (...) Hemos tomado todas las muestras. Está completamente claro lo que sucedió, pero no les diremos nada", afirmó Rogozin durante una conferencia anual de ciencias aplicadas en San Petersburgo, Rusia, a mediados de la semana pasada, según recogieron los medios rusos.
Tras esta declaración y un año después del incidente que encendió las señales de alarma en la tripulación del transbordador Soyuz MS-09, la incertidumbre continúa a pesar de que Roscosmos ya sabe lo acontecido.
La NASA, por su parte, aseguró estar buscando respuestas.
Pero, ¿qué sucedió exactamente el año pasado?
Un par de meses después de que la nave Soyuz MS-09 transportara a tres astronautas hasta la EEI, los tripulantes encontraron un pequeño orificio por el cual se estaba originando una despresurización en el interior.
La abertura de apenas 2 milímetros de diámetro fue sellada con cinta y el incidente se quedó en un susto.
En un principio, se barajó que el agujero pudo haber sido causado por el impacto de un micrometeorito u otro desecho orbital, pero esta teoría se descartó poco después.
Fue entonces cuando el propio Rogozin sugirió que el agujero podría haber sido causado "deliberadamente con un taladro en manos inestables", aunque existían dudas sobre la intencionalidad y si había ocurrido antes del lanzamiento de la nave o una vez puesta en órbita.
Después del incidente y en medio de la oleada de especulaciones, la NASA y Roscosmos ofrecieron un comunicado conjunto en el que "acordaron aplazar cualquier conclusión preliminar y proporcionar explicaciones cuando la investigación terminara".
Pero, por ahora, Roscosmos es la única que conoce la causa y los responsables, según las declaraciones de Rogozin.
¿Y qué dice la NASA?
Jim Bridenstine, administrador de la NASA, aseguró al periódico estadounidense The Houston Chronicle no saber nada y mencionó que contactaría a Roscosmos en busca de detalles.
Aunque calificó como "inaceptable" la falta de transparencia de Roscosmos, fue cauto sobre sus declaraciones para no dar "pasos atrás" en la relación entre las dos potencias espaciales.
La cooperación espacial entre la NASA y Roscosmos es fundamental para Estados Unidos desde que interrumpiera su envío de transbordadores en 2011 y comenzara a alquilar los rusos, como el Soyuz, para poder mandar astronautas a la EEI.