Mario Molina
fue un impulsor de acciones científicas concretas que impactaran las políticas pública y la vida de las sociedades, por eso en 2004 creó el Centro Mario Molina para estudios estratégicos sobre energía y medio ambiente, una asociación civil, independiente y sin fines de lucro en la que siempre buscó dar continuidad y consolidar en México los cinco grandes temas que le preocupaban: Energía, Cambio climático, Calidad del aire, Ciudades sustentables y Educación .
El ingeniero químico definió ese centro de acción como “un puente de soluciones prácticas entre la ciencia y las políticas públicas en materia de energía y medio ambiente para promover el desarrollo sustentable y un desarrollo económico vigoroso”, esa fue su lucha más grande, hasta su repentina muerte ocurrida la tarde de este miércoles.
La visión del Centro Mario Molina pretendía que México contara con un Programa Integral de Desarrollo Sustentable con medidas viables para dar solución a los problemas clave de la energía y el medio ambiente a través de la generación de consensos; que fuera líder en la adopción e instrumentación de medidas que contribuyan a la mitigación del cambio climático y al desarrollo sustentable del planeta; que bajara la intensidad de carbono y que el aire en las ciudades mexicanas fuera más limpio. Esos eran sus sueños y hacía enfocó sus acciones.
Cada año, desde 2012 hasta 2019, el Centro creado por Molina emitió Informes anuales sobre energía y medio ambiente. En el último, de 2019, Mario Molina, en su mensaje como presidente del Centro, señala que el 19 había sido un año en que las consecuencias del cambio climático, la mala calidad del aire y el desgaste en recursos naturales a nivel nacional y mundial se hicieron aún más evidentes.
“Evaluamos estrategias y tecnologías para el desarrollo autosuficiente y de bajo carbono en México, especialmente en la industria eléctrica nacional. Creamos alianzas con diferentes estados de la República para llevar a cabo monitoreos locales de transporte público, urbanización y calidad del aire, los cuales se traducirán en ciudades más eficientes y fluidas, mejor planeadas y menos contaminadas”, señalaba.
Molina apostaba por la formación de maestros, en crear consciencia que podía crear en los niños y jóvenes, incluso confiaba en la acción colectiva global. Decía: “Aún estamos a tiempo de actuar y poner en marcha políticas nacionales e internacionales que combatan al cambio climático, para lo cual serán necesarias adecuaciones económicas y sociales que resulten en un incremento de nuestro bienestar global”.
Creía en la unión de gobiernos, empresas y sociedad civil para encontrar soluciones prácticas en materia de energía y medio ambiente.
Sin embargo, aceptaba la triste realidad nacional. El pasado 18 de mayo, el Premio Nobel señaló que era un acto irresponsable de los gobiernos no trabajar en la reducción de gases de efecto invernadero y los llamó a dejar de usar combustibles fósiles y sustituirlos con el uso de energías renovables, pues dijo que sólo así se podrá reducir el incremento de la temperatura en nuestro planeta.
Durante una charla en El Colegio Nacional, vía digital, señaló: “No es dejar de usar los combustibles fósiles de un día para otro, pero sí hacerlo en esta década; no podemos esperarnos una década más, en esta década tenemos que empezar a rebajar las emisiones de gases de efecto invernadero, rebajar el uso de combustibles fósiles para que prácticamente ya se acaben al principio de la próxima década”, dijo el reconocido científico mexicano sin dar nombres pero dando cuenta que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador apuesta por los combustibles fósiles, el petróleo.
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