El resurgimiento de casos de acné ha motivado a los dermatólogos a considerar que una de las causas son el uso de cubrebocas y mascarillas , pues su uso constante impide la oxigenación de la piel e incita a la producción de sebo .
El aumento de consultas en las clínicas dermatológicas durante el confinamiento ha llamado la atención de los especialistas, pues entre el 80% y el 85% de la población ha sufrido acné en algún momento de su vida, siendo principalmente durante la adolescencia, comunicó el Servicio de Investigación de Noticias Científicas (SINC).
José Luis Marínez-Amo
, de la Academia Española de Dermatología y Venereología, comentó que los brotes actuales de dermatitis provocados por el aumento de sebo en las glándulas de la piel se deben al uso de mascarillas. “Por el exceso de vapor de agua generada por la exhalación de aire, se produce un ambiente que es muy propicio para los gérmenes que producen inflamación de la glándula sebácea”.
De acuerdo a las declaraciones del dermatólogo, la producción de grasa se vuelve constante porque la zona del rostro se encuentra cubierta y no tiene la posibilidad de higienizarse, lo que retiene el sebo e inflama la pie.
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“Con la mascarilla da menos el sol en la cara, que es un antiinflamatorio natural. Por eso en verano estos procesos suelen mejorar, algo que no ocurre ahora”, expuso Martínez-Amo, quien además determinó que otro de los factores que afectan a la dermis de las personas es el estrés que ha provocado el confinamiento y la pandemia.
Por su parte, Julián Conejo-Mir, de la Universidad de Sevilla, contó a SINC que los cuadros pueden agravarse, en el caso de los cubrebocas que producen fricción constante en la zona central del rostro, así como la reutilización de estos. Al exceder el uso recomendado, pueden provocar sobreinfecciones bacterianas.
Para combatir esta manifestación, los dermatólogos consideraron que “junto a las terapias antinflamatorias para reducir la dermatitis, las investigaciones deberían identificar y promover nuevas herramientas que estimulen los mecanismos de tolerancia de la piel sebácea y, por tanto, fomenten la curación del acné”.
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Los especialistas recordaron que esta no es una enfermedad, como se ha creído, sino una inflamación natural que puede impactar en todas las personas, y detallaron que se distingue, especialmente, de otros padecimientos pues en el 50% de los casos desaparece de forma espontánea.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud ( OMS ) ha establecido que, el acné es una enfermedad de la piel, dentro de las categorías de la Clasificación Internacional de Enfermedades del organismo.
Martínez-Amo opinó que puede ser “una enfermedad multifactorial en la mayoría de los casos exclusivamente cutánea, pero también puede no serlo”, al presentarse como un efecto inflamatorio y que otra de las razones de su surgimiento se debe a genes hereditarios.
Los investigadores expresaron que, aunque parezca contradictorio, las espinillas cuentan con su lado positivo, pues el sistema inmunitario también podría beneficiarse de este problema al tener la capacidad de activar un tipo de glóbulos blancos (células T), los cuales ayudan a combatir infecciones y otras enfermedades.
nrv