Los problemas para tener hijos son multifactoriales y afectan tanto a hombres como a mujeres. A diferencia del término de esterilidad, que era más usado en el pasado con un enfoque peyorativo, el concepto de infertilidad engloba todo un proceso biológico sin dejar de lado aspectos ambientales y socioculturales.

La infertilidad es la incapacidad por parte de la pareja de lograr un embarazo que llegue a término en el lapso de un año, sin estar utilizando algún método anticonceptivo o acción que lo evite.

“Todo mundo asume que es fértil, pero no lo sabe con certeza hasta que no busca un embarazo”, afirma el doctor Juan Carlos Martínez Chéquer , académico de la Facultad de Medicina de la UNAM. En México, 1 de cada 6 parejas enfrenta problemas para tener hijos.

Problema de dos

Más de la tercera parte de las causas asociadas a la infertilidad son atribuibles a la mujer, como la falta de ovulación, problemática que se ha incrementado en el país debido a la epidemia de sobrepeso y obesidad que afecta a la población.

Otra alteración propia de la mujer es el daño en las tubas uterinas, estructuras fundamentales en el tránsito de los espermatozoides para la fertilización del óvulo y la concepción del embarazo.

Los problemas asociados a la infertilidad masculina representan otra tercera parte de los casos, sin embargo, analizar sus causas es más complejo, ya que los factores ambientales aunque son influyentes no resultan determinantes.

“Por ejemplo, el consumo del tabaco y otras drogas pueden afectar la fertilidad de la persona. Sin embargo, debido a factores genéticos o grado de exposición hay quienes tienen problemas de infertilidad mientras que otros no. Una situación semejante se observa en la exposición a solventes”, detalla el también Director de Educación e Investigación en Salud de la Unidad Médica de Alta Especialidad de Gineco Obstetricia “Luis Castelazo Ayala” del IMSS.

En cuanto a las alteraciones anatómicas que pueden afectar a los hombres están aquellas vinculadas a algunas anormalidades de los espermatozoides, como el varicocele, una anomalía que se presenta en los testículos y que hace que formas anormales de los espermatozoides estén aumentadas afectando la fertilidad.

Tratamiento

Una vez determinada la causa, hay varias formas de tratamiento. Uno de baja complejidad, a base de medicamentos o de cambios conductuales, lo que puede incluir el aumento de relaciones sexuales. Las técnicas de alta complejidad, precisa el doctor Martínez, requieren mayor tecnología y una mayor inversión económica del paciente; se emplean en alteraciones más graves, como la oligoastenozoospermia severa, que es la disminución del número y de la movilidad de los espermatozoides.

Ciencia UNAM, Dirección General de Divulgación de la Ciencia

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