La búsqueda del animal que causó el brote actual de coronavirus se estrecha.
Un equipo de científicos ha descubierto pangolines portadores de virus estrechamente relacionados con el que ahora se propaga por el mundo.
De acuerdo a los investigadores, la venta de animales salvajes en mercados debería estar estrictamente prohibida para minimizar el riesgo de brotes futuros.
Los pangolines son los mamíferos que con mayor frecuencia se trafican ilegalmente, usados como alimento y medicina tradicional.
Según una investigación publicada en la revista científica Nature, el manejo de estos animales requiere “precaución”.
El documento también añade la necesidad de investigar más a los pangolines para entender su rol de riesgo en futuras transmisiones a humanos.
De acuerdo al investigador Tommy Lam, de la Universidad de Hong Kong, dos grupos de coronavirus se han identificado en pangolines malayos traficados en China.
Ambas cepas están vinculadas a la pandemia actual.
“Aunque el papel del pangolín como portador intermedio del brote de SARS-CoV-2 aún está por confirmarse, la venta de animales salvajes en mercados debería prohibirse para eliminar futuras transmisiones de animales a humanos”, le dijo Lam a la BBC.
Los murciélagos también contienen coronavirus similares al humano con una excepción clave: la parte que ayuda al virus a invadir células.
“Esto indica que virus que parecen muy adaptados a humanos están presentes en la vida salvaje. Los murciélagos están involucrados, los pangolines quizás, pero es posible que otras especies también formen parte de esta cadena”, afirma el profesor Edward Holmes, de la Universidad de Sídney, Australia.
La forma exacta en la que el virus primero saltó de un animal salvaje, presumiblemente un murciélago, luego a otro animal y después a los humanos sigue siendo un misterio.
La especie de murciélago de herradura y el pangolín están ambas implicadas, pero se desconoce la secuencia precisa de eventos.
Haber encontrado el virus en los pangolines traídos desde Malasia plantea la duda de si la transmisión se produjo desde los murciélagos mientras se traficaban a China o si sucedió en su hábitat nativo en el sudeste de Asia.
Para los conservacionistas, será devastador si se descubre que el pangolín fue el transmisor del virus, ya que esto llevaría a una mayor persecución del animal, que ya se encuentra en peligro de extinción.
En China existe una gran demanda de sus escamas, ya que se usan para medicina tradicional.
Su carne, por otra parte, está considerada un manjar.
“Es tiempo de que la comunidad internacional presione a los gobiernos para poner fin a la compra-venta ilegal de animales salvajes”, comenta Elisa Panjang, de la oficina de conservación de pangolines del centro Danau Girang en Malasia.
China prohibió el consumo de carne de animales salvajes en medio de la epidemia y Vietnam está considerando una regulación similar.
El profesor Andrew Cunningham de la Sociedad Zoológica de Londres alerta de que es importante no establecer conclusiones de la investigación.
“La fuente del coronavirus sigue siendo desconocida. Pudo haber sido un virus natural del pangolín o haber saltado desde otras especies durante su captura y su muerte”, argumenta Cunningham.
El doctor Dan Challender, de la Universidad de Oxford, comenta que es conocido que los pangolines albergan varias cepas de coronavirus.
“Identificar la fuente del SARS-CoV-2 es importante para entender la emergencia de la pandemia actual y para prevenir eventos similares en el futuro”, explicó Challender.
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