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¿Cómo es posible que una ballena acabe muerta entre la vegetación de la Amazonia?
Eso es exactamente lo que ocurrió con una ballena jorobada juvenil que apareció en un manglar de la Isla de Marajó, en la desembocadura del Amazonas, en el noreste de Brasil.
El cetáceo fue hallado por conservacionistas de la ONG Instituto Bicho D'Água, que se adentraron en la zona para investigar qué atraía a una gran cantidad de aves carroñeras.
"Creemos que la carcasa estaba flotando y fue arrastrada hacia el manglar por la marea", señaló Renata Emin, presidente del Instituto Bicho D'Água.
"La gran pregunta es, ¿qué hacía una ballena jorobada en el mes de febrero en la costa noreste de Brasil? Eso es algo muy inusual".
Sólo hay un antecedente de un caso similar, cuando "una ballena jorobada adulta murió varada en 2008 en una playa del municipio de Quatipuru, en el estado de Pará", señaló Emin a BBC Mundo.
"Pudo haberse perdido"
La ballena que acaba de ser encontrada (el 22 de febrero) llevaba muerta varios días.
"Aún no sabemos si la ballena pertenecía a la población del Atlántico Norte o el Atlántico Sur, pero en cualquier caso, la costa norte de Brasil no es una zona conocida de concentración de ballenas jorobadas", explicó la bióloga.
"La población del Atlántico Sur suele migrar a áreas de alimentación durante el verano en la Antártica, y luego a áreas de reproducción en la costa de Brasil, especialmente en una zona conocida como Banco dos Abrolhos", detalló Emin.
Pero algunos cetáceos juveniles pueden separarse de esas áreas y hasta no llegar a migrar a la Antártica.
Los biólogos de Bicho d'Água creen que el cetáceo, de un año de edad, acababa de emanciparse de su madre.
"Puede haberse tratado de un juvenil del Atlántico Norte que se dispersó más hacia el sur", agregó Emin.
"Los juveniles suelen aventurarse en aguas que no conocen y pueden acabar perdiéndose y varados".
"Vamos a tener una respuesta cuando obtengamos los resultados de los análisis moleculares de las muestras de tejido".
Otras hipótesis
Los biólogos siguen examinando la carcasa en busca de pistas sobre la causa de muerte del animal, y se espera el resultado de las pruebas en una semana.
"Seguimos recolectando información, identificando marcas en el cuerpo, para determinar si la ballena murió al quedar atrapada en una red o debido al choque con una embarcación", agregó Emin.
Algunos conservacionistas apuntan a otra hipótesis: la ballena podría haber nadado hacia la playa buscando comida y murió sofocada al consumir grandes cantidades de plástico.
Las autoridades locales señalaron a la prensa local que aunque el animal mide la mitad de un adulto, su tamaño considerable, 11 metros de longitud, hace que sea muy difícil retirar toda la carcasa.
El esqueleto de la ballena será parte de la colección de mamíferos del Museo Goeldi, en la ciudad de Belém.
Red de contactos
"Quedé triste ante la muerte de esta ballena juvenil", señaló Emin a BBC Mundo.
"Pero algo positivo del hallazgo es que significa que nuestra red de contactos con pescadores y la comunidad local está funcionando".
"La información que ellos nos dieron permitió que llegáramos más rápido para recoger muestras antes de que avanzara la descomposición", agregó la bióloga.
"El instituto Bicho D'água siempre busca trabajar en alianza con las comunidades de pescadores, y sabemos que ellos son los verdaderos conocedores del ambiente fantástico que es la costa amazónica".
"Sólo trabajando con ellos las acciones de conservación de la Amazonia serán más efectivas y permanentes".