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La pandemia de Covid-19 supuso una interrupción de la educación tradicional, lo que llevó a los docentes a buscar nuevas formas de involucrar a sus alumnos. Una de ellas es el aprendizaje activo , cuyos beneficios describe un estudio publicado en "Science".
La participación de los estudiantes en actividades interactivas, debates, comentarios y tecnologías mejoradas con inteligencia artificial (IA) da lugar "a una mejora del rendimiento académico en comparación con las clases magistrales, las lecciones o las lecturas tradicionales", según los autores.
La investigación también señala que los métodos de aprendizaje activo "eficaces no sólo utilizan enfoques prácticos y mentales, sino también del corazón, proporcionando un mayor apoyo emocional y social", destaca la Universidad Carnegie Mellon ( Estados Unidos ), que encabezó el estudio.
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Con las restricciones por la pandemia, las escuelas y los profesores incorporaron nuevas tecnologías para adaptarse, mientras que los estudiantes se enfrentaban a los efectos psicológicos negativos del aislamiento , la inquietud y la falta de atención provocados por la cuarentena y el aprendizaje a distancia.
La pandemia dejó claro, según los investigadores, que "los enfoques tradicionales de la educación pueden no ser la mejor manera de aprender", pero persisten las preguntas sobre qué es el aprendizaje activo y cuál es la mejor manera de utilizarlo.
Las técnicas de aprendizaje activo "animan a los estudiantes a producir pensamientos y obtener retroalimentación a través de entornos interactivos, en lugar de recibir información de forma pasiva".
Los autores resaltan también el papel de la inteligencia artificial, pues incorporar a las clases un asistente virtual para preguntar a los estudiantes, animarles a pensar de forma crítica e involucrarles en los debates "aumentaban el aprendizaje en las actividades prácticas".
melc