Científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) identificaron una proteína que serviría como vacuna contra algunas las variantes del coronavirus , como alfa, beta y delta. De acuerdo con los especialistas, la fabricación de este biológico reduciría costos de producción, lo que lo convertiría de fácil acceso, a diferencia del precio de otros inmunizantes antiCovid, comercializados por farmacéuticas internacionales.
El equipo comandado por Beatriz Xoconostle Cázares, del departamento de Biotecnología y Bioingienería del centro, engendró en una bacteria a los virus de tipo NG19, en los que mezclaron la fórmula de las vacunas del Covid-19 con la estructura viral de las variantes del SARS-CoV-2. Esto, con el objetivo de probarlos, más tarde, tanto en modelos animales, como en el suero de pacientes que ya habían sufrido la enfermedad. Fue así que los expertos evaluaron la respuesta inmune de los voluntarios ante el coronavirus.
El estudio realizado por los especialistas, y publicado en la revista “Vaccines”, arrojó que el uso de la bacteria Escherichia Coli – que forma parte del tracto gastrointestinal del ser humano- en conjunto con el virus original, brinda una protección contra el coronavirus y permite un menor gasto en su producción. La investigadora destacó que dicha metodología beneficiaría los própositos de inmunizar al mayor número de la población, cada que se requiera una dosis de refuerzo.
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“Es de destacar que entre las ventajas de utilizar E. Coli como plataforma de producción de antígenos, está su alta tasa de crecimiento y sus bajos requerimientos nutricionales, con lo cual se reducen los costos de fabricación”, mencionó la biotecnóloga.
Hoy en día, la elaboración de las vacunas comerciales se basan en la proteína de espiga del SARS-CoV2 , un elemento primordial para su desarrollo, que ha demostrado tener eficacia contra la infección. Esta investigación -destacó- se diferencia de la fabricación de las vacunas ya disponibles, puesto que estas utilizan bacterias o levaduras para crear nuevos biológicos.
El proceso para la obtención de la vacuna
El trabajo de la investigadora cobra relevancia, ya que descubrió que las partes glicosiladas (azúcares) que se encuentra en la proteíana S del SARS-CoV2, utilizadas habitualmente para la producción de antígenos, se vuelven inecesarios cuando se pretende provocar una respuesta inmune.
“Durante el proceso identificamos que las áreas glicosiladas del virus no interactúan con la enzima convertidora de angiotensina (ACE2, por sus siglas en inglés) que se encuentra en la parte externa de las células humanas y es el receptor al cual el nuevo coronavirus se une. Entonces, decidimos no incluir los azúcares”, explicó Xoconostle Cázares.
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Los resultados premilinares de la vacuna son alentadores
De acuerdo con la biotecnóloga, el experimento en los modelos animales que fueron inmunizados con la combinación de los dos antígenos, generaron anticuerpos que neutralizaron al SARS-CoV2 y también memoria celular, la encargada de eliminar al virus invasor.
Lluego de comparar los anticuerpos desarrollados por las personas infectadas previamente y los producidos por la candidata a vacuna, Xoconostle Cázares aseveró que la respuesta inmunitaria fue similar a la generada de forma natural en los pacientes recuperados: “los hace posibles candidatos para el desarrollo de vacunas”.
De acuerdo con el comunicado, en la siguiente etapa del estudio se realizarán pruebas en personas con el fin de demostrar los efectos positivos de usar la Escherichia Coli y su uso potencial para las vacunas contra el Covid-19. El proyecto, indicó la científica, también tiene la posibilidad de ser patentado.
“También esperamos que a algún laboratorio farmacéutico le interese este desarrollo y se pueda hacer la transferencia de tecnología”, puntualizó Xoconostle Cázares.
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