El biólogo sueco Svante Pääbo , premiado hoy con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica , está considerado uno de los padres de la paleogenética y el jefe del proyecto que descifró el genoma de los neandertales .
Nacido en Estocolmo (1955), a Pääbo la vocación científica le viene de cuna: su madre, la estonia Karin Pääbo , era química; su padre, Sune Bergström , un bioquímico que compartió en 1982 el Nobel de Medicina por sus estudios sobre las prostaglandinas.
Según ha revelado en varias entrevistas, fue el fruto de una relación extramatrimonial entre Pääbo y Bergström, que este mantuvo en secreto a su propia familia.
Pääbo realizó estudios de Historia de la Ciencia, Egiptología, Ruso y Medicina en la Universidad de Uppsala (Suecia), que complementó luego con cursos sobre biología molecular en las universidades de Zúrich (Suiza) y California (EU).
Tras ejercer como docente en los centros universitarios de Uppsala y Múnich (Alemania), fue fichado en 1997 como director del Max Planck de Antropología Evolutiva, donde se convirtió en un referente a nivel mundial en paleogenética.
Desde entonces dirige el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Leipzig, Alemania), donde impulsó la secuenciación completa del genoma de esta especie extinta hace unos 30 mil años , usando unos métodos que también han sido aplicados para estudiar las poblaciones de animales extinguidos, como los mamuts .
Unos descubrimientos a partir de un nuevo campo de investigación, la paleogenómica, "obligan a reescribir la historia" de la especie humana, como resaltó hoy el jurado que le otorgó el premio.
Pääbo ha "desarrollado métodos precisos para el estudio del ADN antiguo que han permitido la recuperación y el análisis del genoma de especies desaparecidas hace cientos de miles de años".
La fama de Pääbo excedió los límites de la ciencia, y en 2007, tras reconstruir el genoma de los neandertales, fue elegido por la revista estadounidense Time como una de las cien personas más influyentes del año.
Entre sus trabajos más destacados está la secuenciación del ADN mitocondrial más antiguo logrado hasta ahora, un hombre primitivo, a caballo entre los simios que se extinguieron y los primeros humanos.
Un genoma que corresponde a un fémur hallado en la Sima de los Huesos de Atapuerca (Burgos, norte de España) de unos 400.000 años de antigüedad y que es el fósil humano más antiguo en el que se ha podido encontrar ADN.
Uno de los codirectores del yacimiento de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga , aseguró hoy que Pääbo es un científico visionario que consiguió hacer real lo que parecía imposible como era la recuperación del genoma de especies desaparecidas hace miles de años.
"Es un profeta y un visionario, un científico que persiguió el sueño de recuperar moléculas de ADN de hace cientos de miles de años y que consiguió hacer real lo que parecía imposible", señaló Arsuaga, que ha formado parte del jurado del Princesa de Asturias.
Además subrayó la importancia que sus descubrimientos tienen para investigar con mucho más detalle la evolución de los humanos modernos.
"Demostró que las poblaciones actuales tienen genes absorbidos de otras humanidades con la que se encontró la nuestra cuando salió de África y se expandió por todo el mundo", destacó Arsuaga.
Entre los premios que atesora en su carrera figuran el Gottfried Wilhelm Leibniz de la Sociedad Alemana de Investigación (1992), el Kistler de la Fundación por el futuro (2009); la medalla Theodor Bücher de la Federación de Sociedades Bioquímicas Europeas (2010) y el Dan David de la Universidad de Tel Aviv (2017).
Pääbo es miembro además de la Real Academia Sueca de las Ciencias , entre otras instituciones.
nrv