La NASA lanzó este miércoles un satélite cazaplanetas de 337 millones de dólares para escanear el espacio en busca de signos de planetas como la Tierra, que pudieran albergar vida más allá de nuestro sistema solar .
"Tres, dos, uno, ¡despegue!" dijo un comentarista de la agencia espacial estadounidense a las 18H51 locales (22H51 GMT), dando así salida al Transiting Exoplanet Survey Satellite (TESS) para que se interne en el cielo azul sobre un cohete SpaceX Falcon 9 , lanzado desde Cabo Cavañeral, Florida.
Un Falcon 9 despegó hoy para dar inicio a la primera misión científica de alta prioridad de SpaceX para la NASA, un telescopio espacial para rastrear planetas cuyo lanzamiento fue retrasado por dos días por un fallo de la dirección del cohete.
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— NASA_TESS (@NASA_TESS) 18 de abril de 2018
El Transit Exoplanet Survey Satellite , o TESS, despegó según lo programado desde Cabo Cañaveral en Florida a las 2251 GMT, en el inicio de una misión de dos años para detectar más mundos que rodean a las estrellas más allá de nuestro sistema solar que puedan albergar vida.
El impulsor principal se separó con éxito de la parte superior del cohete y volvió a la Tierra en un vuelo de regreso autoguiado, hasta un buque de aterrizaje de drones que flota en el Atlántico.
El lanzamiento se dio tras un aplazamiento forzado por un fallo técnico en el sistema de control de orientación del cohete.
La misión TESS, de dos años y 337 millones de dólares, busca aprovechar el trabajo de su predecesor, el telescopio espacial Kepler, que descubrió la mayoría de los cerca de 3 mil 700 exoplanetas documentados por astrónomos en los últimos 20 años y que está a punto de quedarse sin combustible.
La NASA espera identificar miles de nuevos mundos, cientos de ellos quizás con el tamaño de la Tierra o "súper Tierras", no mayores al doble de nuestro planeta. Los astrónomos esperan que TESS ayude a catalogar un centenar de nuevos exoplanetas rocosos para un posterior estudio en detalle.
Se cree que es más probable que estos tengan superficies rocosas y océanos, convirtiéndose por tanto en los mejores candidatos para que evolucione la vida, por oposición a gigantes gaseosos como Júpiter o Neptuno.
Con un tamaño cercano al de un refrigerador, con alas con paneles solares y equipado con cuatro cámaras especiales, TESS necesitará unos 60 días para trazar una órbita altamente elíptica que transitará por primera vez entre la Tierra y la Luna cada dos semanas y media.
***Con información de Reuters