Ciencia

Quimio y radioterapias ya no condenan a la infertilidad

Los cánceres de mama y de testículo empiezan a aparecer en grupos cada vez más jóvenes. El congelamiento de óvulos y de espermatozoides puede ser una alternativa para quienes desean mantener su fertilidad

(ARCHIVO. EL UNIVERSAL)
15/10/2017 |23:21
Redacción
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Las células de nuestro organismo tienen funciones definidas y se dividen de manera ordenada. Cuando sufren daño o desgaste son inmediatamente reemplazadas por otras, pero cuando se rompe el equilibrio y se alteran los mecanismos de división y muerte celular hay un crecimiento descontrolado de las células que finalmente se vuelven en contra del cuerpo originando tumores en diferentes áreas.

Existen más de cien tipos de cáncer, cuya prevalencia es variable según la zona del mundo; sin embargo el cáncer de mama es el más frecuente en las mujeres, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. Precisamente octubre es el mes elegido para concientizar sobre la presencia de este tipo de cáncer. Las diferentes campañas ayudan a aumentar la atención y el apoyo a la enfermedad en sus tres fases básicas, como lo son: detección, tratamiento y cuidados paliativos. Otra parte de la concientización tiene que ver con las necesidades específicas que cada grupo diagnosticado representa.

Datos de organizaciones como la Sociedad Americana del Cáncer, muestran que durante las últimas tres décadas se ha detectado en todo el mundo un aumento del cáncer de mama en las poblaciones de mujeres de 25 a 39 años. En México se calcula que 11% de las mujeres con cáncer de mama tienen 40 años o menos. En la medida en que el tipo del tratamiento para enfrentar el cáncer se vuelve más agresivo, también aumentan las probabilidades para este grupo de perder la fertilidad durante el proceso, por lo que surge un nuevo tema: el derecho a la información sobre las posibilidades de que esto ocurra y las alternativas especializadas.

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Con este marco, se recomienda informar a toda paciente joven con cáncer sobre la posibilidad de preservar su fertilidad antes de iniciar cualquier tratamiento sistémico, como la quimioterapia o la radioterapia. En la actualidad el método más recomendado por instituciones como la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) es la criopreservación de ovocitos.

Óvulos bajo cero

Según explica el doctor Carlos Maquita Nakano, especialista en ginecología y obstetricia con especialidad en biología de la reproducción, el procedimiento de vitrificación , una técnica que consiste en congelar a alta velocidad por inmersión directa en nitrógeno líquido, es la que da mejores resultados para la criopreservación de ovocitos y consiste básicamente en tres pasos: estimular la ovulación del paciente, posteriormente vigilar el crecimiento de los óvulos (lo que se llama crecimiento folicular) y finalmente realizar la extracción de los óvulos para poder congelarlos de la forma mencionada. Se considera que por este método las tasas de supervivencia de los ovocitos es mayor que mediante el método que anteriormente era más común: la congelación lenta.

Los protocolos de estimulación ovárica recomendados por la OMS son aquellos que produzcan el menor incremento estrogénico posible en las pacientes, pero con la meta de obtener el mayor reclutamiento folicular posible. Generalmente en cada ciclo menstrual, el cuerpo destina varias decenas de ovocitos para la ovulación, pero sólo se ovula uno: el más maduro. Mediante la estimulación hormonal se busca que se logren madurar de 10 a 15 óvulos.

El también director de la Red Crea comenta que los oncólogos no suelen darle importancia a la parte reproductiva de una paciente. “Para muchas mujeres sí existe el interés de preservar esta parte, sobre todo porque cada vez vemos pacientes más jóvenes con cáncer de mama, sin embargo hay que recordar que también es importante considerar a los otros tres cánceres ginecológicos más importantes: cervicouterino, ovario y endometrio”. El especialista señala que sin embargo en las clínicas de fertilidad de nuestros país, las pacientes con cáncer representan una población muy pequeña.

Entre el grupo de mujeres que buscan específicamente el congelamiento de óvulos, sólo una de cada diez lo hace porque busca preservar su fertilidad frente al cáncer. Maquita explica que las otras nueve están interesadas en el procedimiento porque atraviesan por una etapa importante de desarrollo profesional durante la tercera década de su vida, así que quieren aplazar el momento de la maternidad. Otra razón es la búsqueda de una pareja más estable.

Un estudio con más de cuatro mil mujeres de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) señalaba que la edad máxima a la que los óvulos deberían congelarse sería a los 35 años, pues de esta forma todavía tienen hasta un 50% de posibilidades de lograr un embarazo.

Maquita comenta que si los óvulos se congelan mediante la vitrificación pueden durar muchos años guardados, pero no se recomienda que una paciente lo haga por un periodo muy largo. “El límite es el que da la propia biología de la mujer, alrededor de los 47 años que es cuando llega a la menopausia”.

El procedimiento en las diferentes clínicas de fertilidad del país tiene costos variables que van de los 50 a los 120 mil pesos, lo que lo convierte en una opción lejana para la mayoría de las mujeres en México. Este es un procedimiento que no se realiza en las instituciones públicas del país, sólo a través de programas muy específicos con el apoyo de ciertas asociaciones ligadas a la problemática, pero no es algo común.

En muchos casos tampoco son el tipo de procedimientos que cubran los seguros de gastos médicos. Sin embargo, frente al número de casos cada vez mayor de mujeres en edad reproductiva detectadas con cáncer es un tema que los organismos internacionales especializados en esta problemática reconocen como necesario de tratar con la paciente. La mujer debe saber qué tipo de riesgo corre de quedar infértil y si así realmente lo desea, incluso con apoyo psicológico especializado, tener información sobre técnicas de preservación de la fertilidad.

Cáncer y paternidad

“Otra parte que también es importante mencionar es que cada vez vemos más casos de cáncer testicular y varones que guardan sus espermas frente a esta enfermedad”, señala Maquita Nakano. Según datos del INEGI, el cáncer de órganos genitales tiene la segunda tasa más alta de mortalidad por tumores malignos en hombres de 20 años y más, mientras que en el caso de las mujeres este puesto es ocupado por el cáncer de mama.

El tratamiento del cáncer también puede dañar los testículos y afectar la capacidad de producir espermatozoides. La infertilidad permanente puede surgir si todas las células inmaduras en los testículos que se dividen para producir nuevos espermatozoides (células madre espermatogonias) se dañan al grado de que ya no puedan producir espermatozoides maduros. Sin embargo, según datos del Instituto Nacional del Cáncer en EU, en el casos de la afección testicular aún falta por definirse mejor el efecto de la quimioterapia estándar en la fecundidad de los pacientes.

Investigaciones de este instituto han documentado que la mayoría de los hombres pueden tener hijos después del tratamiento, con frecuencia sin necesitar espermatozoides criopreservados, sin embargo el nivel de probabilidad de recobrar la fecundidad se relaciona con el tipo de medicamento específico recibido, así que se debe contemplar la oportunidad de guardar espermatozoides antes de someterse a cualquier tratamiento de cáncer de testículo bajo la recomendación del especialista tratante. Los síntomas que requieren diagnóstico médico incluyen una protuberancia en testículos y una sensación de pesadez en el escroto. La prevalencia de este tipo de padecimiento en el mundo es baja, sin embargo afecta principalmente a los hombres entre 20 y 39 años. En nuestro país 80% se diagnostica en etapas avanzadas

“En la clínica nos encontramos con muchos pacientes jóvenes de cáncer testicular, de entre 20 y 30 años, quienes finalmente deciden congelar su semen para superar la enfermedad y después decidir con su pareja un tratamiento para tener hijos”. Explica que procedimiento es más sencillo y económico porque el hombre frecuentemente está produciendo espermatozoides, así que se obtiene semen cada dos o tres días y se congelan de diez a quince muestras.

Maquita señala que en el caso de la población masculina la balanza cambia totalmente. Nueve de cada diez hombres que acuden buscando sus servicios para congelar sus gametos tienen cáncer, mientras que el porcentaje restante lo hace por otras razones, como quienes deciden hacerse una vasectomía.

Según estadísticas de la OMS cada año mueren de cáncer 8.8 millones de personas, la mayoría en los países de ingresos bajos y medianos. En cualquier tipo de cáncer, el diagnóstico temprano brinda mayores oportunidades de luchar contra la enfermedad.

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