Ciencia

Los perros no sienten amor, sólo placer, revela la ciencia

Estos animales poseen las mismas estructuras cerebrales asociadas a las emociones en los humanos

(FOTO: Especial)
01/12/2017 |00:20
Redacción
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Su perro no lo ama. Solo está condicionado porque usted es su objeto de placer. Al menos eso es lo que hasta la fecha sostiene la ciencia.

—Falta de capacidad—

Antes de que deje de leer la nota porque opina lo contrario, hay que dejar claro que los perros tienen las mismas estructuras cerebrales que producen emociones en los humanos. También experimentan los mismos cambios químicos durante los estados emocionales, como la activación del neurotransmisor dopamina. Incluso se ha demostrado que su cerebro libera oxitocina, hormona involucrada en el proceso del amor en los humanos. Sin embargo, no cuentan con la capacidad cognitiva para alcanzar la complejidad necesaria de lo que se considera amor.

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“El ser humano, al tener procesos cognitivos superiores, como la percepción, el pensamiento y el lenguaje, trabaja más las emociones, dándoles mayor intensidad, duración y convirtiéndolas en sentimientos, como el amor”, le dijo a El Comercio Jhonatan Astucuri, neurocientífico de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.

“El animal va a ti porque sabe que con ese estímulo obtendrá cariño y comida, que es lo que él quiere porque le genera placer”, agrega, aunque recalca que nuevas investigaciones podrían llegar a probar lo contrario en algún momento.

—Como un niño—

De acuerdo al psicólogo Stanley Coren, autor de varios libros sobre la inteligencia e historia de los perros, estas mascotas alcanzan el límite de su rango emocional entre los cuatro y seis meses de edad, y llegan a tener la capacidad mental de un niño de dos años. Por lo tanto, la variedad de emociones que tendrán disponible no excederá a la de estos menores. Podrán expresar alegría, miedo, ira y disgusto, pero no culpa, orgullo o vergüenza, afirma el experto. Respecto al amor, indica que es posible que lleguen a sentirlo, pues en el caso del humano este tipo de apego emerge a los 9 o 10 meses de nacido.

—Fuerte vínculo—

“Yo he dejado una cámara en mi casa antes de salir. Al regresar, cuando ya estoy cerca, he podido registrar cómo mi perro comienza a hacer una fi esta porque siente mi olor. Y cuando abro la puerta, realmente vive una fi esta. Es como si yo fuese la persona que más admira en el mundo”, cuenta el veterinario Pancho Cavero.

Y es que para él, aunque científicamente no se puede comprobar que el perro sienta amor, a menos que hable y lo diga, existe un vínculo único entre la mascota y el dueño. Francisco García, máster en etología canina y director del centro Equilibrio Canino, reafirma esa idea al indicar que la mascota desarrolla un apego hacia su tutor similar al que tiene un niño de dos años con sus padres. Es más, afirma que estudios han encontrado que el perro es capaz de mostrar rechazo a aquellas personas que trataron mal a sus dueños.

jpe

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