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Mientras avanza la oscuridad, baja la temperatura; las flores se cierran y los animales se mueven desorientados; los ojos de millones de chilenos estarán mirando al cielo. El eclipse total de Sol, que hoy cubrirá gran parte del territorio, regalará la oportunidad de apreciar uno de los eventos astronómicos más espectaculares que se pueden disfrutar desde el planeta.
"Es una experiencia que se da pocas veces y, aunque no siempre signifique hacer nueva ciencia, permite tener procedimientos y resultados que son publicables", dice Guillermo Damke, astrónomo y académico de la U. de La Serena. En colaboración con el observatorio AURA, un consorcio internacional de universidades dedicadas a la investigación astronómica será uno de los encargados de replicar el experimento más importante realizado en torno a un eclipse solar.
Hace justo cien años, en mayo de 1919, Sir Arthur Eddington pudo comprobar la validez de la Teoría de la Relatividad General de Albert Einstein; en particular, cómo la gravedad deforma el espacio y el tiempo.
Esta vez, estudiantes de Astronomía -junto a investigadores de la universidad nortina y de Cerro Tololo - utilizarán una cámara facilitada por la Universidad de Tucson (EU). "Como el tiempo que tenemos para medir es muy corto, esta cámara de gran campo y lectura rápida nos dará una mayor cantidad de imágenes para medir el número de estrellas que hay detrás del Sol", explica Damke.
En su teoría, Einstein postula que la gravedad del Sol puede doblar el espacio: Eddington lo comprobó al observar, durante un eclipse, que las estrellas detrás del Sol aparecen desviadas de sus posiciones habituales .
Del mismo centro de estudios, el grupo del Observatorio Espacial y de la Tierra -que también integran las universidades de Chile, Concepción y Adventista de Chillán- hará experimentos para medir el impacto de la radiación solar en la ionosfera.
"Es una capa importante de la atmósfera terrestre, cuya forma y dinámica dependen mucho de la radiación UV del Sol, que se verá disminuida durante el eclipse", cuenta el físico y académico Pablo Muñoz.
Parte del estudio busca conocer cómo esta capa afecta las comunicaciones por radiofrecuencia , así como los sistemas de posicionamiento satelital . "Sus frecuencias atraviesan la ionosfera, en donde pueden sufrir un pequeño desvío que altera la señal y empeorar la calidad de la transmisión ". Con los datos recogidos durante el eclipse, la idea es conocer más sobre cómo ayudar a minimizar el efecto de la desviación y corregir estos sistemas.
El eclipse de 2019 coincide con la celebración de los 50 años del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile. Por eso, la entidad llevará a cabo siete observaciones astronómicas diferentes, con telescopios en La Silla, así como en instalaciones temporales en la zona (ver recuadro). "Es muy poco frecuente que un eclipse solar se produzca sobre un observatorio científico profesional con grandes telescopios", destacan desde la organización.
Como "un espectacular golpe de suerte astronómica" describió el Observatorio AURA el eclipse que pasó sobre el Observatorio de Cerro Tololo. Una oportunidad que fue aprovechada por cinco equipos internacionales de científicos. Uno de ellos fue el encabezado por Miquel Serra-Ricart, astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias, que abordó los cambios en la temperatura de la atmósfera de la Tierra , en particular de la ionosfera, a medida que la sombra pasa por encima. Esto aportará datos paras predicciones del clima espacial .
Otros equipos analizarán el campo magnético del Sol y otros tomarán fotografías de la corona solar . Además, recopilarán datos para descifrar la composición química, la temperatura y la densidad de los diferentes componentes de su plasma. Información que permitirá avanzar en las bases del origen del universo.
En el Observatorio de La Silla, científicos del Instituto de Astrofísica de París y de la Universidad de La Sorbona (Francia) observarán la atmósfera del Sol y la corona solar . En colaboración con la Agencia Europea del Espacio (ESA) se harán análisis de la exosfera de Mercurio, como preparación para la misión BepiColombo, que llegará a ese planeta en 2025. Por su parte, el Instituto de Astrofísica y Paleontología de Grenoble intentará avanzar con el proyecto ExTrA, enfocado en investigar exoplanetas.
nrv