Universidades y científicos
han lamentado el sensible fallecimiento de Mario Molina, Premio Nobel de Química 1995, no sólo destacan sus aportaciones a la ciencia , también su carácter amable y su influencia en la comunidad internacional .
El Departamento de Química de la Universidad de California señaló, vía Twitter, que “el Doctor Molina fue una parte gigantesca de nuestro departamento, alguien que contribuyó de forma increíble a la ciencia y a los efectos de los CFC [clorofluorocarbonos] sobre el ozono. Fue el primer científico nacido en México en recibir el Nobel de Química. Nos entristece profundamente la noticia de su muerte”.
Pradeep Khosla,
rector de la Universidad de California en San Diego , dijo, en comentarios citados por el San Diego Tribune, que Molina era “como una estrella alrededor de la cual circulaban los planetas. Era un imán que ayudó a traer aquí a un grupo de grandes científicos. Tenía un sentido de la gravedad, y de la seriedad”.
Asimismo, el LatinXChem, foro a través del cual la comunidad de químicos latinoamericanos, radicados en distintas partes del mundo, comparten sus investigaciones, consideró que el fallecimiento del científico mexicano es una gran pérdida para la química y para la comunidad de América Latina.
Además, el científico Arnico Panday , de la Universidad de Princeton y del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) , recordó al químico mexicano: "Recuerdo con cariño que pasó 3 horas explicando una tarea confusa en el año 2000. Un gran maestro y miembro del comité de doctorado, y también una inspiración para ir más allá de la ciencia para influir en cuestiones de política a nivel mundial y en el país de origen".
El profesor distinguido de Ingeniería Química en la Universidad Estatal de Louisiana , Kalliat T Valsaraj , consideró que se trata de una "pérdida verdaderamente grande para todos los químicos, especialmente aquellos involucrados en la protección de nuestro medio ambiente. El Prof. Molina ha sido un pionero en el área de la química atmosférica y un premio Nobel".
Además, Bina Venkataraman , quien se desempeñó como Asesora Principal de Innovación en Cambio Climático en la Casa Blanca durante la presidencia de Barak Obama, lamentó la noticia "muy triste" y compartió: "Tuve el privilegio de trabajar con Mario Molina cuando era miembro del consejo de asesores en ciencia y tecnología del presidente Obama. Fue una de las personas más amables que he conocido, además de brillante".
La bióloga e investigadora Julia Carabias aseguró que con la muerte de Mario Molina ella se queda con grandes recuerdos, con una enorme tristeza, y sobre todo con una ausencia, “vamos a extrañarlo la ciencia del mundo, los ambientalistas, porque él fue un defensor de la causa de cambio climático”, dice entrevista con EL UNIVERSAL.
La colega del Premio Nobel de Química en El Colegio Nacional y quien fuera parte del consejo del Centro Mario Molina, señala: “Creo que todos los mexicanos tenemos que honrar su memoria, vinculándonos con mucho mayor compromiso para ir resolviendo los temas globales ambientales y particularmente el de cambio climático”.
Carabias cuenta que hace apenas unos días juntos presentaron en la Asamblea de las Naciones Unidas una entrevista en donde era sorprendente su optimismo y sobre todo esa esperanza que tenía en los jóvenes para hacer el cambio.
“Los miembros de El Colegio Nacional, la comunidad científica y las organizaciones de la sociedad estamos realmente conmocionados con esta noticia, que nos cayó de sorpresa, él se encontraba muy bien de salud, apenas el día lunes tuvimos la sesión de El Colegio Nacional, él estaba programado para el encuentro Libertad por el saber que comenzará en un par de semanas, iba a abordar el tema de economía del cambio climático y estuvo muy activo, pensando y platicando sobre esta intervención”, recuerda.
La doctora que junto con Mario Molina y José Sarukhán escribieron el libro Cambio climático, causas, efectos y soluciones editado por el Fondo de Cultura Económica, puntualiza los logros que Mario Molina hizo con us colegas Frank Sherwood y Paul Crutzen sobre cómo la acumulación de gases generados por la industria, particularmente los llamados cloroflurocarbonados que se estaban acumulando en la estratosfera podían llegar a generar un cambio en la capa de ozono y romperla.
Recuerda que ellos publicaron el artículo en la revista Nature , que es la revista de mayor prestigio, en 1974, y años después se comprobó lo que habían predicho. Dice que ese descubrimiento los hizo involucrarse en tratar de evitar que el tema continuara y se convirtiera en una absoluta catástrofe, irremediable.
“Ellos empiezan a hacer una campaña mundial en la que difunden esta información, es tomada por los gobiernos y se crean distintos instrumentos, uno de ellos es un acuerdo internacional que es que se llamó el Protocolo de Kioto , lograron que los países se comprometieran; este es uno de los únicos procesos de cambio global ambiental que es una historia de éxito y que se revirtió, se espera que para el año 2030 quedé completamente cicatrizado”, señala Carabias.
Por esa aportación les dieron el Premio Nobel de Química y para continuar con esas investigaciones tuvo que renunciar a la nacionalidad mexicana y se quedó en Estados Unidos, pues en esa época México no aceptaba la doble nacionalidad.
* Con información de Yanet Aguilar Sosa
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