A la Dirección del CONACYT

Ciudad de México, 25 de marzo de 2020

A la opinión pública

La grave crisis que se cierne sobre México por la llegada del COVID-19 entraña grandes riesgos y problemas actuales y futuros por resolver. Científicos mexicanos de todas las áreas refrendamos nuestro compromiso por colaborar solidariamente en la solución de los problemas inmediatos que inevitablemente se deriven de la pandemia.

Además de la perspectiva epidemiológica, consideramos crucial que los problemas a enfrentar se aborden desde perspectivas integrales que involucren a especialistas de todas las disciplinas, y que se perpetúen en esfuerzos que sirvan de base para enfrentar ésta y otras emergencias futuras. Las tareas por emprender no admiten titubeos, distracciones o silencios: la decisión con que se afronten definirá nuestro futuro. No hay tiempo que perder y los científicos mexicanos queremos participar activamente en estas tareas, como ya lo estamos haciendo desde muchos frentes.

A pesar de los valiosos esfuerzos y aportes que han surgido por la iniciativa individual, colectiva y de muchas instituciones, estamos sorprendidos por la falta de propuestas y de liderazgo de varios de los organismos que nos agrupan. En el caso del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) , no han habido llamados a realizar investigación en esta área, ni integración de grupos focales de estudio, ni elaboración de material informativo confiable relativo a la pandemia o a sus consecuencias, ni expresiones públicas acerca de este problema. La escasa información sobre el coronavirus que está disponible en el sitio de internet de CONACYT se restringe a material distribuido por la Secretaría de Salud.

En este marco, resulta inoportuno que el CONACYT proceda a llevar a cabo la consulta de preferencias en vistas a la conformación de las comisiones dictaminadoras del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) . Máxime cuando esta consulta, que se abrió el 20 de marzo, tiene numerosas irregularidades. Varios ejemplos de ello: el padrón de elegibles incluye miembros vigentes en estas comisiones, investigadores ya jubilados o desafortunadamente fallecidos, o bien el mismo nombre aparecen en dos áreas de conocimiento distintas; muchos de los elegibles recibieron hasta el 23 o 24 de marzo el correo llamándolos a votar, la encuesta no es anónima, reside en una plataforma privada y tampoco garantiza un seguimiento abierto de resultados como ocurría en ocasiones anteriores. Todo ello genera desconfianza y descontento, en un momento en el que tendríamos que estar todos unidos y sumar nuestros esfuerzos en una única dirección.

La comunidad científica debe estar a la altura de las circunstancias de la emergencia sanitaria, económica y social que enfrenta el mundo. Los integrantes de ProCienciaMx hacemos un llamado al CONACYT, en su calidad de entidad especializada, para que asuma su responsabilidad de articular las políticas públicas del gobierno federal en materia de investigación científica, de cara al grave problema del COVID-19.

Por su naturaleza institucional, Conacyt debería actuar como un concertador de voces expertas, con un enfoque inclusivo, para poner nuestro valioso capital de conocimiento científico y tecnológico al servicio del país.

Los integrantes de la red ProCienciaMx tenemos la mejor disposición de trabajar con la comunidad cientifica en su conjunto y las instituciones de ciencia, tecnología y educación superior, para enfrentar los retos inmediatos y los del futuro próximo.

ProCienciaMX

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