Un grupo de científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) en Madrid detectó uno de los motivos por los que los gliomas , uno de los tumores cerebrales más letales, producen una clase de resistencia a la quimioterapia , pues el gen MGTM los refuerza y consideraron que pueden desarrollarse como un efecto de la terapia.
El estudio publicado en “Nature Communications” ha proporcionado una nueva conjetura sobre la manera más eficaz de hacer frente a las terapias que combaten el cáncer, pues en la actualidad, el tratamiento más recurrente es la combinación de radioterapia con el agente temozolomida, que es un fármaco para tratar los tumores del cerebro.
El equipo liderado por el doctor Massimo Squatrito expuso que esta estrategia amplía la supervivencia de los pacientes en un 30%. Sin embargo, la mayoría de los afectados, entre un 40 % a 50%, son resistentes a la temozolomida, pues expresan altos niveles de MGMT y el tumor continúa creciendo sin importar que se lleve a cabo el tratamiento.
Una quimioterapia resulta exitosa porque es capaz de inducir, a través de la administración del fármaco temozolomida, daños en el ADN de las células tumorales, también conocidas bajo el nombre de gliomas, las cuales se debilitan ante los efectos del fármaco.
Cuando el paciente se resiste a los efectos de la terapia es porque se escudan detrás de una enzima que modifica al gen MGMT, el cual es inmune a los efetos de la temozolonida por ello, el tumor no se deteriora.
Hay pacientes que son capaces de bloquear la actividad del gen MGMT, mediante el gen “hipermetilación” de tipo protector, que es cuando los tumores colapsan al entrar en contacto con la temozolomida. Sin embargo, el nuevo estudio, en el que intervinieron también la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong, así como el Instituto Neurológico de Beijing, descubrió que hay pacientes que adquieren, durante el progreso de la enfermedad, una alteración genética que puede evadir la terapia combinada.
Squatrito explicó que para entender este fenómeno observaron a un grupo de pacientes del Hospital Beijing Tiantan que producían el desplazamiento del gen MGMT a un nuevo lugar del material genético (traslocaciones). La fusión del MGMT con otros genes repara el daño que hizo el fármaco al ADN, por lo que el glioma sigue creciendo aun con la quimioterapia, explicó el especialista.
Simultáneamente, los investigadores del CNIO replicaron algunas de estas translocaciones en modelos animales y celulares, cuyos resultados confirmaron la resistencia a la temozolomida.
Tras las pruebas, científicos descubrieron que las translocaciones no están presentes en el tumor original, sino en aquellos que surgen después de que el cáncer original se trate, lo cual indica que la resistencia puede ocurrir a causa de la propia quimioterapia.
El estudio expone que este método de terapia no funciona para combatir al glioma después de haberse producido la translocación genómica. “Aunque su promotor siga bloqueado, el gen está siendo sobreactivado por otros promotores y contribuirá a la recurrencia del tumor”, recalcó Squatrito.
Este hallazgo ayudará a que se efectúen cambios en la monitorización de la terapia. “A día de hoy, el único marcador terapéutico conocido en gliomas es el análisis del estado del promotor de MGMT”, por lo que los científicos creen que si se modifican segmentos del ADN, se silenciará el gen MGMT, lo que provocaría que el paciente responda a la temozolomida.
Durante el estudio, los investigadores también detectaron la presencia de esta traslocación de MGMT en los exosomas, partículas que el glioma libera al torrente sanguíneo. De acuerdo a esto, sería posible detectar de manera temprana la resistencia de los gliomas a través de muestras de sangre.
“Podríamos saber qué pacientes están desarrollando resistencia a la temozolomida y ayudará a cambiar a otras opciones terapéuticas, cuando estén disponibles”, concluyó el líder de la investigación.
fjb