Las oficinas, consideradas como el segundo hogar por el número de horas que se pasa en ellas, también son espacios expuestos de microbios causantes de infecciones respiratorias y diarreicas.
Estudios científicos han demostrado que un auricular aloja 25 mil 127 bacterias medidas por pulgada cuadrada, mientras que el escritorio 20 mil 961; el teclado de la computadora, unas tres mil 295 bacterias, y el mouse del equipo de cómputo, mil 676 bacterias.
Las cifras "son preocupantes" si se compara con las cerca de 50 bacterias que por lo general se encuentran en la tapadera de los sanitarios, según estudios de la Universidad de Arizona y que ha corroborado el especialista de la Cristóbal Chaidez Quiroz, científico del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD).
El experto que trabaja en el Laboratorio Nacional para la Investigación en Inocuidad Alimentaria (LANIIA) destacó la importancia de "mantener alejados a los microbios de nuestros espacios de trabajo para prevenir infecciones".
Cuando llegamos al trabajo, relató, lo que menos esperamos encontrar en el escritorio o en el teclado de la computadora, son microbios (virus o bacterias) a la espera de incorporarse a la ensalada, café, sándwich o pan que llevamos como almuerzo.
Dijo que con el simple contacto, las manos pueden atraer los microbios, lo cual es un riesgo debido a que se tiene registrado que una persona se toca la cara, los ojos y los labios, entre dos y ocho veces por hora, respectivamente.
Agregó que los microbios que comúnmente existen en las oficinas, son los de gripe que puede permanecer "activos" por más de 24 horas : "Estos microbios son transmitidos por personas infectadas que quizá un día antes estuvieron en la oficina o aquellas que trabajaron el turno nocturno", enfatizó.
Chaidez Quiroz y su equipo de trabajo ha realizado estudios sobre la presencia de bacterias, y han reportado que la cocina, en el caso de los hogares, y las oficinas, son los espacios con más virus y bacterias.
En ese sentido, el especialista recomendó limpiar y desinfectar las superficies de contacto para reducir riesgos, limpiar los espacios con toallas desinfectantes, frotar las manos con gel a base de alcoholantes antes de utilizar cualquier equipo personal, y evitar tocarte constantemente la cara (boca, nariz, ojos y oídos).