Una investigación española reveló que desde la década de los 90, Europa ha atravesado el mayor número de inundaciones documentadas en los últimos 500 años, siendo el cambio climático la causa principal del desbordamiento de las aguas.
El estudio publicado en “Nature” expuso la frecuencia con que se presentaron este tipo de fenómenos naturales durante el periodo de 1990 a 2016, en el que se registraron 9 mil 576 inundaciones, la cifra más alta desde hace 500 años.
La información recopilada proviene de documentos históricos. Los científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad de Barcelona (UB) y la Universidad de Almería (UAL) se guiaron por crónicas, registros administrativos y legales, y datos de correspondencia privada y oficial.
Europa ocupa el segundo lugar como la extensión espacial más afectada por las inundaciones, con casi dos millones de km2, y se posiciona en el tercer lugar como el continente com mayor extensión espacio-temporal perjudicada, "lo que significa que la inundación no solo cubrió una gran parte de Europa, sino que también ha tenido una duración significativa en el tiempo”, explicó Gerardo Benito, investigador del CSIC.
Entre las causas principales que han provocado la alza de inundaciones es la crisis climática pues la modificación de la circulación atmosférica, que tiene la función del movimiento del aire a gran escala, propicia este fenómeno. Y se han identificado estos cambios en las estaciones del año.
“Por ejemplo, el 40 % de las inundaciones históricas en Europa central ocurrieron en verano, mientras que estas han aumentado actualmente hasta el 55 %”, aseguraron los investigadores y destacaron que “en España han aumentado particularmente en otoño, un cambio que se inició en la década de 1940”.
“En la mayor parte de Europa, los períodos anteriores abundantes en inundaciones ocurrieron durante fases más frías de lo habitual; sin embargo, el período actual ha sido mucho más cálido”, ahondó Benito.
Gerardo Benito agregó que ampliar el intervalo de tiempo en las observaciones sobre las inundaciones sucedidas en siglos pasados, enriquecería considerablemente el análisis de estas, ya que la guía para conocer lo posibles cambios que podrían acontecer a futuro, sería más completa.
“Ello permitiría la creación de herramientas predictivas que pueden mejorar la capacidad de adaptación a escala global y local. Sin duda, este trabajo demuestra el potencial de los datos documentales y los registros geológicos del pasado para contribuir a dicho trabajo”, agregó el experto.
fjb