Un equipo de conservacionistas logró las primeras imágenes de un grupo de gorilas del río Cross , una subespecie poco común, con varias crías en los montes Mbe de Nigeria. La imagen demuestra que la subespecie, que se creyó extinta por algún tiempo, se está reproduciendo en medio de esfuerzos por protegerla.
En un momento dado sólo había constancia de 300 gorilas del río Cross en la aislada región montañosa en Nigeria y Camerún, según la Wildlife Conservation Society, que logró las imágenes en mayo con cámaras trampa. El mes pasado se recuperaron más imágenes a color.
John Oates, profesor emérito de la Universidad Ciudad de Nueva York, y que es un primatólogo que ayudó a establecer esfuerzos de conservación para los gorilas hace más de dos décadas, se mostró emocionado por las nuevas imágenes.
“Fue genial ver (...) prueba de que estos gorilas en estas montañas se están reproduciendo con éxito, porque ha habido muy pocas imágenes en el pasado”, dijo a The Associated Press. “Sabemos muy poco sobre lo que ocurre con la reproducción de esta subespecie, de modo que ver tantos animales jóvenes es una señal positiva”.
Los expertos no saben cuántos gorilas del río Cross quedan en la zona montañosa y llevan un tiempo intentando rastrear a los animales.
En 2012 se colocaron unas 50 cámaras, y se han tomado varias fotografías en el Santuario de Gorilas de Kagwene, en Camerún, así como en el bosque comunitario de los Montes Mbe y el Santuario del Monte Afi de Nigeria. Pero los gorilas del río Cross son especialmente difíciles de fotografiar juntos, y no había imágenes con varias crías pequeñas.
Foto: WCS Nigeria vía AP
Una alianza de nueve comunidades locales, la Asociación de Conservación de los Montes Mbe, trabaja con la Wildlife Conservation Society desde mediados de 1990 para ayudar a proteger los gorilas del Río Cross. Desde entonces no se han registrado muertes en Nigeria, según la organización.
Hubo un momento en el que se creyó que los gorilas estaban extintos, explicó el director de la asociación en Nigeria, Andrew Dunn.
“Es una gran historia de éxito que muestra que las comunidades pueden proteger su fauna silvestre”, dijo a AP.
Desde entonces se han documentado unos 100 gorilas en el estado nigeriano de Río Cross y unos 200 en Camerún, en una región transfronteriza de unos 12 mil kilómetros cuadrados (4 mil 633 millas cuadradas). El bosque de los montes Mbe acoge a un tercio de la población de Nigeria.
Los gorilas recelan mucho a los humanos y su presencia se detecta sobre todo a través de sus nidos, excrementos y rastros, según los expertos.
Se ha reclutado a unos 16 guardas en los pueblos cercanos para patrullar y proteger a los gorilas y otras especies, señaló Dunn.
Foto: WCS Nigeria vía AP
Ver varios gorilas jóvenes en un grupo es prometedor, indicó Inaoyom Imong, director del proyecto Cross River Landscape de la WCS en Nigeria.
Las nuevas fotos se tomaron en un bosque comunitario sin protección oficial, lo que Imong interpretó como “un indicio de que tenemos un fuerte apoyo de la comunidad en la conservación”.
Aunque la caza siempre ha sido la principal amenaza, señaló, “creemos que la caza se ha reducido de forma drástica”. El grupo de conservación también trabaja para reducir la tala ilegal. Pero hay otros peligros.
“Aunque los cazadores ya no persiguen a los gorilas, las trampas puestas para otros animales suponen una amenaza para los gorilas, porque las crías pueden caer en ellas y quizá morir de sus heridas”, dijo Imong. La enfermedad, el conflicto y la inseguridad en Camerún también son posibles amenazas.
“También están llegando a la zona los refugiados de la inseguridad persistente en Camerún, y probablemente aumentarán la presión de la caza y la necesidad de más terreno agrícola”, dijo Dunn.
Foto: WCS Nigeria vía AP
Por ahora deben depender del trabajo de las comunidades nigerianas.
“Me siento honrado de formar parte de los esfuerzos que están produciendo estos resultados”, dijo el jefe Damian Aria, jefe del pueblo de Wula.
Aria dijo a AP que su comunidad y otras han trabajado duro para ayudar a preservar el hábitat natural de los gorilas, y están orgullosos de sus esfuerzos.
“Estamos muy contentos de que se estén reproduciendo”, dijo. Aunque la supervivencia de los gorilas es importante para la naturaleza, Aria también confiaba en que las poblaciones de montaña se beneficien del turismo que pueda traer.
fjb