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Tras la revelación del estudio realizado por científicos de la Universidad de Stanford en un cadáver humano vendido en el comercio ilegal como restos alienígenas a un ciudadano español, el
emitió una carta para expresar su molestia ante el trato poco ético realizado por los profesionales.
Los restos, que fueron llamados "la niña de La Noria" , corresponden a una pequeña nacida con raras mutaciones genéticas que contiene ADN de una humana moderna con mezcla de habitantes nativos de la zona del desierto de Atacama. Revelación que fue publicada en la revista científica Genome Research .
Ante esto, el Colegio de Arqueólogos mostró su desacuerdo en el trato que obtuvo el hallazgo, ya que fue vendido a través del mercado negro y trasladado desde el territorio nacional hasta Europa, "excavados, comercializados y exhibidos ilegalmente", algo que, aseguran, "se agrava con el estudio generó que realiza un equipo" de la casa de estudios norteamericana.
El organismo critica así a los científicos que "actúan promoviendo nuevamente la cosificación/fetichización de estos restos humanos e interviniéndolos (toma de muestras) al margen de la ley 17.288 de Monumentos Nacionales" y "rechaza la conducta de los colegas de la
por las implicancias éticas expuestas".
En la misiva emitida esta semana, también abordan el problema de no respetar el valor del cuerpo humano y expresan "nuestro más profundo rechazo a esta forma de hacer ciencia, donde se realizan análisis [...] sin considerar el contexto y procedencia de las muestras, así como la condición de persona que tienen los restos estudiados", ignorando el origen legal de las muestras.
jpe