El año inicia sintiendo cada vez más cerca a Marte. La tecnología de muchos países está enfocada a descifrar sus secretos y se han diseñado robots más sofisticados que surcarán la superficie del Planeta Rojo en una sutil batalla. La muy planeada misión rovers Mars 2020, que forma parte del Programa de Exploración de Marte de la NASA, es un esfuerzo de largo aliento para exploración robótica que finalmente despegará este verano. La misión está programada para lanzarse en julio cuando la Tierra tenga mejor posición frente a Marte para lograr el aterrizaje, es decir, en el momento adecuado para utilizar menos energía.

El Mars 2020 se basa en el exitoso diseño de la misión Mars Science Laboratory de la NASA, incluido su rover Curiosity. Se siguen las mismas pautas, pero mejoradas, por ejemplo, el rover Mars 2020 presenta un taladro que puede recolectar muestras más profundas de núcleos de las rocas y suelos. Una misión futura podría potencialmente devolver estas muestras a la Tierra o incluso podrían ser estudiadas con laboratorios especiales del tamaño de una habitación que podría armarse allí mismo.

La misión dará el siguiente paso no solo buscando las anheladas condiciones habitables, sino también buscando signos de la vida microbiana pasada. Este viaje también brinda oportunidades para reunir conocimiento y demostrar tecnologías que aborden los desafíos de futuras expediciones humanas a Marte. Se planea probar un método para producir oxígeno de la atmósfera marciana, identificar otros recursos (como el agua subterránea), mejorar las técnicas de aterrizaje y caracterizar clima y otras variables ambientales que podrían afectar a los futuros astronautas que se planea vivan y trabajen en Marte.


 

China no se queda atrás y está avanzando a pasos agigantados en la carrera espacial, volviéndose en una sombra incomoda para la NASA. Esta nación asiática también aprovechará la posición de la Tierra frente al Planeta Rojo para lanzar su misión Huoxing (Marte, en mandarín) 1. Este proyecto espacial incluye un orbitador y un rover que aterrizará dentro de una cápsula de descenso y que funcionará durante tres meses. Entre las diferentes herramientas que portará el rover de 200 kilos, se encuentra un instrumento de análisis de suelo con láser muy similar al LIBS del rover americano Curiosity, cuyo exito en su misión lo ha vuelto una inspiración para el desarrollo de todos los robots posteriores.

Para este año coronado con dos veintes, las noticias sobre Marte no sólo son privilegio de Estados Unidos o China, la Agencia Espacial Europea (ESA) también quiere participar en la fiesta marciana de la mano de los rusos. Se utilizará un cohete Proton para lanzar una nueva misión que llegará a Marte después de un viaje de nueve meses. El programa ExoMars depositará un rover europeo a la superficie de Marte gracias a un módulo de aterrizaje de Roscosmos. El rover que buscará los componentes básicos de la vida en el Planeta Rojo lleva por nombre Rosalind Franklin, la destacada científica detrás del descubrimiento de la estructura del ADN y quien tendrá su huella simbólica cuando llegue a Marte en 2021. Rosalind perforará hasta dos metros en la superficie marciana para tomar muestras de suelo, analizar su composición y buscar no solo evidencia de vidas pasadas, sino incluso presentes.

La ESA también tiene otros planes en los que no escatima. Aprobó a finales del 2019 una inversión de 14 mil 400 millones de euros para los próximos cinco años, el mayor presupuesto de su historia. Una gran parte de esta cifra estará destinada a la observación de la Tierra, principalmente con fondos destinados a Copérnico, un programa de vigilancia terrestre que monitorea con precisión lo que sucede en el Ártico y es una señal importante de que cuando menos para Europa, el cambio climático sí es una prioridad.

2020: un año con Marte en el horizonte
2020: un año con Marte en el horizonte

Por cielo, tierra y selva

Europa invierte en la ciencia sin restricciones. La Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) empezará este año la construcción de su nuevo centro de educación y divulgación científica en las afueras de Ginebra, el llamado Science Gateway. La nueva instalación, de unos 7 mil metros cuadrados, a cargo del arquitecto italiano Renzo Piano, tendrá laboratorios y salas de exposiciones, así como un gran anfiteatro para eventos científicos y actividades prácticas. Su construcción comenzará en 2020 y su inauguración está prevista para 2022. La idea es que este espacio le permita al CERN expandir significativamente su oferta de educación y divulgación para el público general, en particular para las generaciones más jóvenes.

Por cierto que también este año se publicará una nueva estrategia europea para la física de partículas mediante la que también se espera se precisen los términos para la construcción del nuevo colisionador de hadrones que será cuatro veces más largo y diez veces más potente que el actual. Aunque todavía faltarían dos o tres décadas para ver concretado este ambicioso plan, durante este año se esperarían más detalles sobre el llamado Futuro Colisionador Circular (FCC), un proyecto de más de 25 mil millones de dólares.

Atados a tierra firme

El 2020 trae luz verde en nuevos avances para la creación de órganos de remplazo, aunque aún con discusiones bioéticas de por medio. Hiromitsu Nakauchi, especialista en células madre de la Universidad de Tokio, planea cultivar tejido hecho de células humanas en embriones de ratones y ratas. La idea es trasplantar embriones híbridos en animales sustitutos con el objetivo final de producir animales con órganos que, eventualmente, puedan ser trasplantados en personas. Este tipo de investigaciones habían estado limitadas hasta que en Japón entró en vigor una nueva ley el año pasado y ahora los experimentos de Nakauchi son los primeros en ser aprobados por un comité de expertos del ministerio de ciencia que festejan las nuevas reglas del llamado país del Sol naciente.

Aunque con luz verde y la cautela que el investigador japonés ha prometido, algunos especialistas piensan que será más seguro y efectivo cultivar “organoides” en el laboratorio. Se trata de versiones miniaturizadas y simplificadas de órganos producidosin vitro. el material proviene de una o varias células de tejido de células madre embrionarias o células madre pluripotentes inducidas que pueden autorganizarse en cultivos tridimensionales.

En otras áreas de investigación continua la lucha contra el dengue y este año se prometen resultados más concluyentes de una estrategia que ha impulsado la OMS desde 2016 mediante el Grupo Consultivo sobre Control de Vectores de la OMS que recomendó la liberación experimental de mosquitos portadores de la bacteria Wolbachia que inhiben la replicación de los virus transmitidos por los mosquitos que causan dengue, chikungunya y zika. Diversas pruebas en pequeñas poblaciones de Indonesia, Vietnam y Brasil han mostrado que los mosquitos con la bacteria no transmiten tan fácilmente estas enfermedades.

En 2020 también la OMS espera trazar el camino para eliminar la enfermedad del sueño (tripanosomiasis africana) transmitida por las moscas tsetsé. El objetivo es terminar el año con menos de dos mil casos y cero en el 90% de las zonas endémicas, para así finalmente acabar con el problema en 2030.

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