Si se activaran las 20 mil chinampas que se encuentran en toda la área rural de la capital mexicana , las alcaldías de Tlalpan, Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta podrían eliminar la necesidad de importar alimentos de otras regiones a la Ciudad de México y permitiría una actividad sustentable.

Las chinampas en tiempo prehispánicos se utilizaron para sembrar todo lo necesario para la alimentación de una familia. Hoy en día, tras seguir la demanda comercial, se enfocan en sembrar lo más vendible, señaló el agricultor y miembro del grupo Chinampayolo , Antonio Méndez.

Comentó que a pesar de que gran parte de la región rural capitalina son terrenos abandonados, los que se emplean son capaces de abastecer a la mitad de la demanda de maíz en la zona, según estudios realizados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) , entre otras.

En el caso de Xochimilco, dijo, existen más de 7 mil hectáreas, pero únicamente se utilizan el 20% para cultivo; no obstante, ha logrado posicionarse a nivel nacional como el segundo productor más importante de lechuga.

Lo anterior se debe a la gran demanda comercial que existe de esa verdura, comentó Antonio Méndez, para quien se pierde la diversidad de producción que había en las chinampas y, por tanto, de especies endémicas.

Sin embargo, consideró que si alguno de estos agricultores decidiera producir otro tipo alimentos, en muchos casos se enfrentaría al monopolio que existe de empresas quienes han acaparado el mercado y quienes han fijado precios y normas para poder competir en la venta del producto.

Además, destacó, el consumidor en muchos casos prefiere comprar a una empresa con una marca internacional, antes de consumir lo que los agricultores locales producen. También, agregó, tanto consumidores como productores se enfocan en productos populares y exóticos en lugar de los que son nativos de México.

El grupo Chinampayolo , formado por miembros originarios de Xochimilco que incluso proceden de las familias más antiguas de la zona, se ha enfocado en difundir y rescatar su cultura, mediante talleres y prácticas que ofrecen a través de instituciones universitarias, en las que además de las mencionadas se incluye la Universidad de Chapingo (UACh) e incluso escuelas de educación básica de la Ciudad de México.

También participan en estudios en conjunto con dichas instituciones que contribuyan no solo defender su cultura, si no a rescatar y entender el medio ambiente de esta zona, que por la alta contaminación pone en riesgo a todas las especies de flora y fauna.

Chinampayolo se originó tras la búsqueda, por parte de esas comunidades, de rescatar el ajolote, lo que implicaba rescatar todo el ecosistema. Por ello, en las chinampas y sus canales, no usan ningún químico para evitar filtración y contaminación en el agua, que es la misma que se usaría en su riego.

Antonio Méndez comentó que la población puede apoyar en este proyecto, consumiendo productos de estas regiones , ya que además de no tener químicos, promueven la economía local.

También hizo un llamado a realizar un turismo respetuoso en la zona chinampera, para evitar que los desperdicios terminen en el ecosistema, además de que es importante no abandonar a las mascotas en la región.

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