Monjes orando.
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¿Por qué alguien se uniría a una institución que prohíbe la vida familiar y exige el celibato?

En definitiva, la reproducción está en el corazón mismo de nuestra propia evolución. Sin embargo, muchas instituciones religiosas de todo el mundo exigen el voto de castidad.

La práctica llevó a los antropólogos a preguntarse cómo pudo haber evolucionado el celibato en primer lugar.

Algunos sugirieron que las prácticas que tienen un alto costo para las personas, como no tener nunca hijos, pueden surgir cuando las personas se ajustan ciegamente a las normas que benefician a un grupo, ya que la cooperación es otra piedra fundamental de la evolución humana.

Otros argumentaron que las personas crean instituciones religiosas (o de otro tipo) porque sirven a sus propios intereses egoístas o familiares y rechazan a quienes no se involucran.

Ahora, un nuevo estudio, publicado en la Royal Society Proceedings B y realizado en el oeste de China, aborda esta pregunta fundamental al estudiar el celibato religioso de por vida en los monasterios budistas tibetanos.

Hasta hace poco, era común que algunas familias tibetanas enviaran a uno de sus hijos pequeños al monasterio local para que se convirtiera en un monje célibe de por vida.

Históricamente, hasta uno de cada siete niños se convertía en monje. Las familias suelen citar motivos religiosos para tener un monje en la familia. Pero ¿hubo también consideraciones económicas y reproductivas?

Estructura familiar patriarcal

En colaboración con la Universidad de Lanzhou en China, se entrevistaron 530 hogares en 21 aldeas en la parte oriental de la meseta tibetana, en la provincia de Gansu.

Se reconstruyeron genealogías familiares, reuniendo información sobre la historia familiar de cada persona y si alguno de sus familiares era monje.

Estos pueblos están habitados por tibetanos patriarcales Amdo que crían cabras y yaks (una especie de ganado domesticado de pelo largo) y cultivan pequeñas parcelas de tierra. Generalmente la riqueza se transmite de padres a hijos hombres en estas comunidades.

Monjes tibetanos en la calle.
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Los hombres con un hermano monje eran más ricos y poseían más yaks. Pero había poco o ningún beneficio para las hermanas de los monjes. Es probable que se deba a que los hermanos compiten por los recursos de los padres, la tierra y el ganado.

Como los monjes no pueden tener propiedades, al enviar a uno de sus hijos al monasterio, los padres ponen fin a este conflicto fraternal. Los hijos primogénitos generalmente heredan la casa de los padres, mientras que los monjes suelen ser los segundos o terceros hijos.

Sorprendentemente, los hombres con un hermano monje tenían más hijos que los hombres con hermanos no célibes y sus esposas tenían hijos a una edad más temprana.

Los abuelos con un hijo monje también tenían más nietos ya que sus hijos no célibes tenían poca o ninguna competencia con sus hermanos.

La práctica de enviar un hijo al monasterio, lejos de ser costosa para los padres, estaría en línea con los intereses reproductivos de los padres.

Modelo matemático del celibato

Esto sugiere que el celibato puede evolucionar por selección natural.

Para conocer más detalles se construyó un modelo matemático de la evolución del celibato, donde se estudiaron las consecuencias de convertirse en monje en el desarrollo evolutivo de un hombre, el de sus hermanos y de otros miembros de la comunidad.

Niños en el condado Amdo en el Tibet.
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Una consecuencia directa de la existencia de monjes es que hay menos hombres compitiendo por casarse con mujeres en el pueblo.

Pero si bien todos los hombres de la aldea podrían beneficiarse si uno de ellos se convierte en monje, la decisión del monje no favorece su propia evolución. Por lo tanto, el celibato no debería prosperar.

Sin embargo, esa situación cambia si tener un hermano que es monje hace que los hombres sean más ricos y, por lo tanto, más competitivos en el mercado matrimonial.

Ahora, el celibato religioso puede evolucionar por selección natural porque, mientras el monje no está teniendo hijos, está ayudando a sus hermanos a tener más.

Es importante destacar que si la elección de convertirse en monje depende del propio niño, entonces es un acto poco frecuente. Desde la perspectiva de un individuo, no es muy ventajoso.

Un sacerdote católico.
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En el modelo, el celibato se vuelve mucho más común solo si son los padres quienes deciden qué debe suceder con la vida de sus hijos.

Los padres obtienen beneficio de todos sus hijos, por lo que enviarán a uno al monasterio siempre que haya una ventaja para los demás.

El hecho de que los niños fueran enviados al monasterio a una edad temprana con mucha celebración y luego enfrentados a la deshonra si abandonaban más tarde su rol, sugiere una práctica cultural moldeada por los intereses de los padres.

Este modelo también podría aclarar la evolución de otros tipos de favoritismo de los padres en otros contextos culturales, incluso el infanticidio.

Monjas de espaldas.
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Y un marco similar podría explicar por qué las mujeres célibes (monjas) son raras en sociedades patriarcales como el Tíbet, pero podrían ser más comunes en sociedades donde las mujeres compiten más entre sí, por ejemplo, donde tienen más derechos de herencia (como en partes de Europa).

Suele sostenerse que la difusión de nuevas ideas, incluso las irracionales, pueden resultar en la creación de nuevas instituciones a medida que las personas se ajustan a un nuevo estándar.

Pero puede ser que las instituciones también puedan ser moldeadas por las decisiones reproductivas y económicas de las personas.

*Ruth Mace es profesora de Antropología de UCL y Alberto Micheletti es investigador en UCL.

Esta nota fue publicada originalmente en


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