El panorama con respecto al final de la pandemia resulta incierto, pese a que se han administrado 12 millones 473 mil 575 dosis de las vacunas disponibles, las muertes por Covid-19 en el mundo están han alcanzado los 3 millones -según la Universidad Johns Hopkins -, sin incluir los decesos atribuidos a otras enfermedades, y el surgimiento acelerado de nuevas variantes del SARS-CoV-2 suponen un futuro incierto. Sin embargo, hace cuatro años un grupo de investigadores luchó por crear una vacuna “comodín” por la que las empresas no apostaron. Te contamos la historia.
De acuerdo a una publicación de “Science”, en 2017, un grupo de expertos, líderes de la fabricación de vacunas solicitaron el financiamiento para la creación de un tratamiento, capaz de combatir a toda la familia de los coronavirus, incluidos el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) y el síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS) .
El proyecto fue entregado al Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) , encargado de revisar las subvenciones de los medicamentos preventivos. Pese a que este organismo catalogó de “sobresaliente” el diseño de la vacuna contra los pancoronavirus , la consideraron como de poca prioridad, por lo que no obtuvo el financiamiento para su fabricación.
"La importancia para el desarrollo de una vacuna contra el pan-coronavirus puede no ser alta", aseguraron en un informe, al considerar que esa clase de virus no representaban una amenaza global .
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Buscan recuperar la vacuna rechazada
En la actualidad, el NIAID, junto con otro grupo de patrocinadores están en la búsqueda de activar el desarrollo de la vacuna que combate a todos los tipos de coronavirus, ofertando "premios de emergencia" a los científicos interesados en participar.
La oferta es tal que, “Coalition for Epidemic Preparedness Innovations” (CEPI), una organización civil sin fines de lucro, fundada en 2017, estimó que redirigirá 200 millones de dólares (mdd) en acelerar la fabricación de vacunas contra los coronavirus beta, una familia que ahora incluye al SARS-CoV-2.
La urgencia de las instituciones sanitarias en la creación de una vacuna que funcione como comodín, ya no sólo tiene que ver con erradicar la pandemia del Covid-19, sino que los especialistas están seguros que se acerca la amenaza de otra epidemia letal, desencadenada por cualquiera especie animal, frente a la cual, los seres humanos tendremos muy pocas o nulas herramientas inmunitarias para contraatacar.
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“Lo más probable es que, en los próximos 10 a 50 años, tengamos otro brote como el SARS-CoV-2”, sugirió Andrew Ward, biólogo estructural de Scripps Research, y uno de los científicos que presentó la propuesta rechazada por NIAID en 2017.
En este panorama, la revista científica informó que, al menos 24 grupos de investigación ya se encuentran trabajando en una vacuna contra el pancoronavirus, pero ninguno de ellos ha obtenido aún alguno de los premios anunciados por la agencia para el financiamiento de estas.
Entre los enfoques para la creación de este tratamiento múltiple, los investigadores involucrados han declararon que incluirán nanojaulas con partículas virales, la técnica de ARN mensajero (ARNm) -una de las más utilizadas en las vacunas de Covid-19 disponibles-, y virus desactivados.
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Barney Graham del NIAID, quien ayudó a desarrollar la vacuna de Moderna contra el Covid-19, se mostró optimista sobre las vacunas contra el pancoronavirus. “En comparación con la gripe y el VIH , esto será relativamente fácil de lograr”, aseguró.
Los expertos aclararon que de materializarse este proyecto, aún no tienen claro la forma en que podría usarse, ya que es muy difícil definir la reacción que tendría la población con una probable enfermedad que aún existe.
Los autores consideraron la posibilidad de mantenerla en reserva hasta que surja una nueva amenaza humana: “Podríamos preparar a todos para que obtengan un nivel básico de inmunidad” contra el virus emergente, ganando tiempo para hacer una vacuna más específica, sugirió Ward.
fjb