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Mediante el uso del Telescopio Espacial Hubble de la NASA, un grupo de astrónomos descubrió una estrella individual, la más lejana jamás vista hasta este día bautizada como Icarus.
La estrella se ubica en una galaxia espiral distante, cuya luz tardó nueve mil millones de años en llegar a la Tierra, el hecho pudo ocurrir cuando el universo tenía cerca del 30 por ciento de su edad actual.
El descubrimiento de Ícaro a través de lentes gravitacionales es el punto de inflexión para que los astrónomos estudien con nuevos métodos estrellas individuales en galaxias distantes, destacó la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).
La agencia espacial estadunidense plantea que dichas observaciones ofrecen una nueva perspectiva de cómo evolucionan las estrellas, en especial las que emiten mayor brillo.
“Esta es la primera vez que vemos una estrella individual magnificada. Puedes ver galaxias individuales, pero esta estrella está al menos 100 veces más lejos que la siguiente estrella individual que podemos estudiar, excepto por las explosiones de supernova”, dijo el líder del estudio, Patrick Kelly .
El fenómeno llamado “lente gravitatoria” es la peculiaridad cósmica que hace visible esta imagen, mediante la gravedad de un primer plano, un cúmulo masivo de galaxias actúa como una lente natural en el espacio, la cual dobla y amplifica la luz.
En el caso de Ícaro, una “lupa” natural es formada por el cúmulo de galaxias MACS J1149 + 2223. Situado a unos cinco mil millones de años luz de la Tierra, mismo que se ubica entre la Tierra y la galaxia que contiene la estrella distante.
Los astrónomos pueden ver y estudiar Ícaro al combinar la fuerza de esta lente gravitacional con la resolución y sensibilidad del Hubble.
nrv