Los astronautas veteranos ‘Butch’ Wilmore y Sunita ‘Suni’ Williams, quienes llevan más de 63 días orbitando la Tierra debido a problemas técnicos con la nave espacial Starliner de Boeing, ahora se enfrentarían a un nuevo obstáculo relacionado con sus trajes espaciales.
A principios de este mes, La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) reveló que está evaluando la posibilidad de traer de vuelta a los expertos en febrero de 2025 a bordo de la cápsula Dragon de SpaceX, y también estaba explorando otras alternativas como una nave Soyuz rusa.
Sin embargo, los trajes espaciales de la dupla fueron diseñados específicamente para el interior de la Starliner, y es posible que no se puedan conectar a los sistemas del Dragon de SpaceX debido a las diferencias en el diseño de los puertos, según un arículo del portal TMZ que se publicó esta semana.
SpaceX cuenta con su propio traje para el cohete Dragon, por lo que las adaptaciones necesarias están provocando algunas incomodidades para lograr traerlos de regreso.
Wilmore y Williams volaron a la Estación Espacial Internacional (EEI) en junio, pero la misión no se concretó debido a fugas de helio y problemas de propulsión. Aunque se suponía que solo debían estar allí una semana, ahora permanecerán 8 meses.
"La NASA ha decidido, este sábado, que Butch y Suni regresarán con la tripulación del Crew-9 en febrero próximo, y que Starliner regresará sin tripulación", anunció el jefe de la NASA, Bill Nelson, en rueda de prensa este sábado tras una reunión del comité de toma de decisiones operativas.
Este es un nuevo traspié para el gigante estadounidense, que sufrió repetidos reveses por fallas en su producción de aviones de línea y retrasos de proyectos espaciales.
Los equipos de Boeing y de la NASA realizaron pruebas para comprender mejor la causa de los problemas detectados en vuelo, en particular con los propulsores de la nave.
La inquietud principal ha sido que Starliner no fuera capaz de alcanzar el empuje necesario para salir de órbita e iniciar su descenso a la Tierra.
Es por ello que la NASA decidió que no existían condiciones absolutas de seguridad para la nave, por lo que retornará vacía.
Una misión regular de SpaceX, denominada Crew-9, debe despegar entonces a finales de septiembre hacia la EEI, pero con sólo dos astronautas a bordo en lugar de cuatro.
Permanecería acoplada a la EEI hasta su regreso previsto a la Tierra en febrero. Será en ese viaje de vuelta que a los dos astronautas de SpaceX se sumarán los dos tripulantes de Boeing.
Y esto obviamente afecta la imagen ya castigada de Boeing, luego de una ola de cuestionamientos y fallos sobre la calidad de sus aparatos, principalmente varios modelos de sus aviones comerciales.
"Es un problema de imagen", destacó a Cai von Rumohr, analista aeronáutico de TD Cowen, quien añadió que "podría poner en peligro futuros contratos con la NASA".
"No es un buen momento para Boeing", declaró al ser consultado Erik Seedhouse, profesor de la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle, quien consideró que la decisión es "muy vergonzosa" para la gigante estadounidense.
Boeing había asegurado a principios de mes que estaba "confiada" en la capacidad del Starliner "para regresar sano y salvo con la tripulación". Pero la NASA, extremadamente cautelosa desde los accidentes mortales de los transbordadores espaciales Challenger y Columbia, persistió en exigir análisis adicionales.
Mediante un comunicado, la agencia espacial y SpaceX informaron que están trabajando en varios aspectos antes de que la nave Crew-9 Dragon viaje al espacio. Estos detalles incluyen la reconfiguración de los asientos, el ajuste del manifiesto para transportar carga adicional y la adaptación de trajes específicos para Wilmore y Williams. Además, se utilizarán las nuevas instalaciones del Space Launch Complex-40 en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, Florida, para el lanzamiento de la Crew-9.
*Con información de AFP