Abraham 'Avi' Loeb, astrónomo principal de la Universidad de Harvard , publicará a final de enero un libro que ilustra su polémica tesis del origen artificial para el objeto interestelar 'Oumuamua .
En " Extraterrestrial: The First Sign of Intelligent Life Beyond Earth " en su versión original, Loeb argumenta que el hallazgo del citado raro objeto espacial de forma alargada hace tres años significa que "nuestro sistema solar fue visitado recientemente por tecnología alienígena avanzada procedente de una estrella distante ".
A fines de 2017, los científicos de un observatorio hawaiano vislumbraron un objeto que se elevaba a través de nuestro sistema solar interior, moviéndose tan rápido que solo podría haber venido de otra estrella.
Avi Loeb, que también dirige el Instituto de Teoría y Computación , estudió el objeto y concluyó que no era un asteroide; "se movía demasiado rápido a lo largo de una órbita extraña y no dejaba rastro de gas o escombros a su paso. Solo había una explicación concebible: el objeto era una pieza de tecnología avanzada creada por una civilización alienígena distante", relata la ficha de promoción del libro.
En esta obra, --subraya la ficha-- Loeb lleva a los lectores a la "apasionante historia del primer visitante interestelar que se avista en nuestro sistema solar". Describe su controvertida teoría y sus profundas implicaciones: para la ciencia, para la religión y para el futuro de nuestra especie y nuestro planeta.
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"Un viaje alucinante a través de los confines de la ciencia, el espacio-tiempo y la imaginación humana, Extraterrestrial desafía a los lectores a apuntar a las estrellas y a pensar críticamente sobre lo que hay ahí fuera, sin importar lo extraño que parezca", añade.
No obstante, otros científicos rebatieron la hipótesis de un origen artificial para Oumuamua , al sostener que fenómenos naturales pueden explicar su extraño comportamiento.
Las voces de otros expertos sobre el asteroide Oumuamua
Los astrónomos Shmuel Bialy y Abraham Loeb defendieron en 2018 que ‘Oumuamua se trataba posiblemente de una sonda operacional enviada de manera intencional a las proximidades de la Tierra por una civilización; no obstante, dicha hipótesis fue contestada por otros expertos internacionales.
Tal fue el caso de Alan Jackson , miembro del Centro de Ciencias Planetarias de la Universidad de Toronto, quien recordó las palabras de Carl Sagan:
“No estoy muy convencido y honestamente creo que el estudio es bastante defectuoso (…). Carl Sagan dijo una vez: ‘Las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias’ y este documento carece claramente de pruebas y no hay pruebas extraordinarias”.
A lo anterior agregó que en caso de que fuera una nave en funcionamiento, tendría un recorrido mucho más suave y una aceleración impulsada por la radiación.
Junto a los detractores de las ideas de Bialy y Loeb se sumó Alan Fitzsimmons , astrofísico de Queen’s University en Belfast, quien dijo que los argumentos de su estudio se basan en números con grandes incertidumbres.
nrv