El inicio de la noche ya auguraba caos. El senador Alejandro Armenta Mier, presidente de la Mesa Directiva, anunció que la sesión ordinaria se realizaría en la sede alterna de Xicoténcatl. Ahí, senadores de Morena y partidos aliados votaron, sin senadores de la oposición, sin debate y con mucha prisa por la aprobación de más de 15 dictámenes, entre los que se encontraba la polémica Ley en materia de Humanidades, Ciencia, Tecnología e Innovación, una que ha sido descalificada por la comunidad científica por ser considerada como centralista, excluyente y retrógrada.
En una sesión de poco más de cuatro horas, esta fue la última ley por la que se hizo la votación.
Tras ser presentada por Armenta, de inmediato se dispensó la primera y segunda lectura del dictamen y ningún presidente hizo uso de la palabra, sólo se hizo un comentario inaudible en la discusión general de la senadora Imelda Castro. En cuestión de segundos, también se declaró que el dictamen estaba suficientemente discutido en lo general y tampoco hubo discusión de algún artículo en particular. Todo esto ocurrió en menos de dos minutos.
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Justo después, Armenta Mier solicitó que la votación en lo general y en lo particular del dictamen de la Ley en materia de Humanidades, Ciencia, Tecnología e Innovación se realizara “en un solo acto”. Por lo que Verónica Noemí Camino Farjat, secretaria de la Mesa Directiva, comenzó a pasar lista de los senadores y a registrar sus votos. El pase de lista fue veloz, pues los senadores de la oposición no estaban presentes.
Sobre los resultados finales, el área de comunicación del Senado maneja dos grupos de cifras: 58 votos a favor, 2 en contra y 6 abstenciones, informa el boletín de prensa. Pero en su cuenta de Twitter señala que fueron 48 votos a favor, 12 en contra y 6 abstenciones. ¿Cuál es la cifra correcta?
Verónica Noemí Camino Farjat dijo al micrófono durante la sesión que el resultado final fue 48 votos a favor, 12 en contra y 6 abstenciones. Pero incluso ahí, la pronunciación de los votos en contra causó confusión entre los presentes, pues pareciera que dijo “dos” votos en contra. Sin embargo, aclaró que eran 12, como se puede ver en el video, en el minuto 4:38:52 .
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La velocidad con la que los nombres eran leídos, los votos eran registrados y algunas participaciones que no se escucharon al micrófono, dieron pie a confusiones. Esto se vio sobre todo en la parte final, cuando se rectificaron algunos votos, pues varios senadores comenzaron a dirigirse a Camino Farjat a la vez y hasta ella pidió, con un gesto de sus manos, que hablara uno a la vez.
Un ejemplo de esta situación a prisa y confusa fue el caso de la senadora Martha Cecilia Márquez Alvarado. Al inicio su voto no se escuchó, Camino Farjat continuó con el pase de lista, pero tuvo que regresar a Márquez: “A ver, senadora Márquez Alvarado Martha Cecilia, a favor”, dijo. Al final de la votación, la senadora Márquez pidió que su voto se cambiara a en contra. “Se rectifica el voto de la senadora Martha Márquez y lo pide en contra”, dijo.
Cuando era el turno de Ricardo Monreal, no estaba presente, por lo que se prosiguió sin registrar su voto. Al final, apareció y votó en contra.
La votación por la aprobación de la Ley de Ciencia también se caracterizó porque sí causó división de votos entre aquellos que estaban a favor o en contra, pues la gran mayoría de los dictámenes anteriores habían sido aprobados de forma unánime.
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