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La construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) puede verse afectada, en tiempo y forma, “por condiciones macroeconómicas o volatilidad política”, reportó el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, en respuesta al Senado de la República que pidió un informe sobre la primera etapa de la mega obra y si esta puede sufrir algún tipo de retraso.
En abril pasado, el pleno senatorial emitió un punto de acuerdo en el que solicitó a la SCT un reporte sobre la ejecución de la construcción de la primera fase de Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), cuya terminación está prevista para 2020.
Los senadores pidieron que se les notificara si la construcción de la primera etapa “sufrirá algún tipo de retraso”, y en ese sentido requirió que se le haga saber sobre los planes
de contingencia que se hayan previsto para atender los problemas de saturación en las operaciones del actual aeropuerto.
“En caso de que exista algún retraso en la fecha prevista para el inicio de operaciones del NAIM, se cuenta con una red de aeropuertos en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, con capacidad para atender de forma emergente la demanda creciente de pasajeros”, indicó el informe de la dependencia.
Se reportó a los senadores que las situaciones imprevistas son inevitables en un mega proyecto como el NAIM, por su magnitud y complejidad, y entre los factores que pueden influir “en tiempo y forma”, en el desarrollo de la obra figuran la “suficiencia de recursos para financiar el proyecto en su totalidad y asegurar su conclusión”. También influye la “disponibilidad de recursos presupuestales, que pueden ser afectados por condiciones macroeconómicas o volatilidad política”, planteó el informe que recibió este miércoles la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, y que se remitió a la Cámara Alta.
“Como sucede en cualquier obra de infraestructura —agregó—, se debe contar con un plan correctivo para tomar las medidas necesarias y retomar la ruta establecida”, y es así que “se revisan y actualizan periódicamente los planes maestros”.
En 2017, ya se llevó a cabo una actualización, se indicó, “por el incremento en la demanda de pasajeros del AICM, en 9.3% en 2016, y en 13.9%, en el siguiente año”. Esto repercutió en cambios de diseño de la terminal y de la pista 6.
Luego se explicó que para garantizar una puesta en marcha exitosa del NAIM, se debe desarrollar un plan de transición para el cual se tiene previsto crear un equipo que realice la planeación y ejecución, y conformar un comité que coordine las actividades, en el que participarán autoridades del aeropuerto y representantes de aerolíneas, dependencias y prestadores de servicios.
“La transición implica la mudanza de equipos y capacitar al personal sobre las operaciones del NAIM, a fin de disminuir la curva de aprendizaje y facilitar la puesta en marcha”, explicó el reporte.