Después de una larga carrera laboral durante la que contribuyó al sistema de pensiones, Patricia Estrada se jubiló hace apenas un año. Sin embargo, debido a que por años tuvo que dedicarse a los hijos, su vida profesional no transcurrió de la misma manera que la de un hombre.
Cerca de la edad de jubilación, Patricia comenzó el trámite para su pensión y encontró que incumplía con las mil 250 semanas de cotización que la ley mexicana exigía hasta 2020, lo que empañó su deseo de dejar de trabajar.
Fue hasta 2021, con la reforma a la ley del sistema de pensiones, que este requisito cambió y pudo transitar hacia el fin de su etapa laboral. Al jubilarse, mensualmente recibe una pensión mínima garantizada por el gobierno que apenas rebasa 5 mil pesos, la cual incluso en conjunto con la pensión para adultos mayores implementada por la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, convierte en una tarea cada vez más difícil costear sus gastos.
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El 5 Informe de Gobierno indicó que, de septiembre de 2022 a junio de 2023, el IMSS otorgó 17 mil 186 nuevas pensiones garantizadas, con un valor promedio mensual de 5 mil 376 pesos. Al restar la inflación, equivale a un alza de apenas 1.3% contra la pensión garantizada en el mismo periodo del año anterior.
La pensión mínima garantizada es la que el gobierno asegura a las personas que cumplen con el requisito de edad de retiro, de 60 a 64 años en caso de pensión por cesantía, o 65 años si es pensión por vejez, así como tener mínimo 800 semanas cotizadas ante el IMSS.
“Simplemente no me alcanza y si bien mis hijos me ayudan, es muy poco dinero en caso de que me enferme o cualquier emergencia. Mientras pueda voy a seguir trabajando”, dice Patricia, quien aún se considera fuerte y optó por laborar en una cocina económica.
Las administradoras de ahorro y la Consar reconocen el avance que significó disminuir las semanas cotizadas y el aumento de la pensión mínima garantizada. No obstante, la primera generación que se está jubilando bajo el régimen de Afore y que no tiene recursos adicionales se enfrenta a una escasez de dinero.
El presidente de la Consar, Julio César Cervantes Parra, dio a conocer que la pensión que reciben los primeros trabajadores bajo el esquema de Afore corresponde a 70% de su salario y se espera que en los próximos años mejore ante el aumento de contribuciones que también forma parte de la reforma al sistema.
Aun con las mejoras que ha tenido el sistema de Afore, los recursos son insuficientes para tener mejores condiciones de retiro, por lo que se requieren de los ahorros voluntarios en cada cuenta individual.
Un cálculo realizado por CitiBanamex mostró que si se inicia el ahorro desde los 17 años, se tendrá que destinar 7.5% de los ingresos en toda la vida laboral para aspirar a tener una buena cantidad de recursos al momento de jubilarse. Si se comienza a los 30 años se deberá ahorrar 12.7%, pero si empieza a los 60, se deberá destinar cerca de 122%.
Mala expectativa
La poca cultura del ahorro complica el escenario para un segmento importante de los trabajadores, que ya se han resignado a seguir trabajando incluso después de los 65 años.
Un sondeo de la compañía de corretaje y consultoría, WTW México, indicó que los trabajadores tienen una probabilidad de retirarse más tarde y experimentar mayores complicaciones para ahorrar.
Reveló que 47% de los trabajadores estima retirarse hasta los 65 años, pero incluso dos de cada 10 consideran que no se jubilarán.
En ese sentido, el estudio mostró que 80% de los trabajadores opinan que están ahorrando menos para el retiro de lo que deberían. Las mujeres trabajadoras, en el mejor de los escenarios, ahorran 10% de su salario y los hombres hasta 14%.
La encuesta resaltó que los empleados buscan, entre los beneficios que reciben de sus empresas, una mejora en los planes de jubilación, beneficios de riesgo y seguros, así como mayores prestaciones relacionadas con la salud.
Del hospital privado al IMSS
Luego de contar por años con una cobertura de gastos médicos mayores, pensionados que no planearon el mismo gasto para atender su salud en la vejez dejan hospitales privados y tienen que enfrentarse a la atención pública en el IMSS.
Para Georgina Martínez, directora de beneficios de WTW México, la inflación médica sigue presionando el costo de insumos y tratamientos, de modo que en algunos casos la atención médica después de la vida laboral se encarece a niveles incosteables. “Llega el momento en el que salimos de la empresa, como parte de la jubilación y empezamos a darnos cuenta del valor de una póliza de gastos médicos mayores. Nos enfrentamos a una realidad de que la póliza es 100% a costo propio”.
WTW informó que son pocas las personas que planean su retiro desde los años en que están laborando, lo que les impide identificar la gran cantidad de dinero que requerirán para gastos médicos a partir de que se pensionan, sobre todo si en el trabajo fueron beneficiarios de un seguro de gastos médicos mayores.
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“En los primeros años de vida laboral activa, lo común es que la mayoría de la gente goza de buena salud y cuando hay un padecimiento, la gente que está trabajando en el mundo corporativo tiene alguna cobertura más o menos generalizada con seguro de gastos médicos mayores que les da una buena ayuda. Además de que los costos en esas edades no son tan altos; sin embargo, cuando llegan al retiro se enfrentan a mayores gastos y coberturas más restrictivas por parte de las aseguradoras”, explicó el director de la práctica de retiro en México de WTW, Jorge Alarcón.