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La venta de vivienda tradicional con un valor de entre 420 mil y 736 mil pesos cayó a su nivel más bajo en cinco años durante el primer semestre del año, de acuerdo con cifras de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi).
En el primer semestre de 2018 se comercializaron 59 mil 26 viviendas en ese rango de precio, cuando en el primer semestre de 2014 se vendieron 83 mil 322 unidades, el nivel más alto desde 2013.
En 2013 se comercializaron 62 mil 910 viviendas tradicionales y en los siguientes años las ventas se mantuvieron por arriba de las 60 mil unidades, pero en 2018 cayeron a 59 mil 26.
Respecto a 2017, la venta de vivienda tradicional tuvo un descenso de 1.4% en el primer semestre del año.
Los estados con mayores caídas respecto a las ventas totales fueron Colima, con 18.2%; Nayarit, con 15.4%; Querétaro, con 14.4%; Nuevo León, con 13.2%; Zacatecas, con 12.8%, e Hidalgo, con una caída de 10.7%.
Jorge Paredes, presidente Realty World México, explicó que hay varias circunstancias que repercutieron en el freno a la compra de vivienda tradicional, como la inflación en general, la cual encareció el costo de la vida y los insumos para la construcción.
“Desde el gasolinazo, el precio de la varilla y los insumos para la construcción; y el aumento de las tasas de interés, todos esos factores han impactado en la capacidad de compra o ingreso disponible para comprar una vivienda o hacer pagos mensuales”, explicó Jorge Paredes.
Adicionalmente, el Infonavit, que es el principal proveedor de financiamiento, puso como requisito desde el año pasado no aparecer en el Buró de Crédito para otorgar un crédito hipotecario, por lo que ahora a muchas personas no se les da el préstamo.
Hacia finales de año, Realty World considera que repuntará un poco la colocación de vivienda tradicional o que por lo menos se mantendrá en los niveles actuales, toda vez que se disipó la incertidumbre sobre quién será el próximo presidente del país.