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Mientras el conjunto de la economía mexicana se redujo cerca de 8% el año pasado debido a la pandemia de Covid-19, el Producto Interno Bruto (PIB) del sector de la vivienda enfrentó una caída más severa, de 9.1%.
De acuerdo con los resultados de la Cuenta Satélite publicados por el Inegi, las actividades relacionadas con la vivienda con mayor disminución fueron la autoproducción, de -26%, seguida de la producción de unidades económicas, con -2.3%. Estas dos actividades contribuyen con seis de cada 10 pesos producidos por el sector.
El PIB del sector de la vivienda alcanzó un monto de un billón 273 mil millones de pesos el año pasado, incluyendo la inflación, y con una participación de 5.8% en toda la economía mexicana.
Al desagregar el PIB de la vivienda por sectores de actividad, se observa que el valor de la construcción asociado a la edificación, ampliación y mejoramiento residencial aportó 64.4% del total; los servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes muebles e intangibles ligados con la vivienda aportaron 30.2%.
Por el lado de su utilización, los bienes y servicios de vivienda fueron adquiridos como inversión fija bruta (69.1%), 28.4% para el consumo final de los hogares, y como demanda intermedia (bienes y servicios necesarios para la producción de otros bienes y servicios de consumo final) y consumo del gobierno 2.4% y 0.1%, respectivamente.
Las actividades vinculadas con la vivienda reportaron un total de 2 millones 278 mil puestos de trabajo, que representaron 5.5% del total de puestos generado en el país. Durante el año pasado se perdieron 172 mil plazas en el sector debido a la emergencia sanitaria.
El 86.6% de los puestos de trabajo del sector de la vivienda se agruparon en las actividades del sector construcción; 9.3% en servicios inmobiliarios y de alquiler; y 2.4% en servicios financieros y de seguros.
El valor del alquiler imputado de las viviendas de uso propio de los hogares alcanzó un billón 693 millones de pesos, cifra que sumó 7.8% del PIB del país. El valor del alquiler imputado subió 1.0% al descontar la inflación.
Alrededor de 2 mil 500 empresas constructoras dejaron de operar desde marzo de 2020 a la fecha, dio a conocer la semana pasada Francisco Solares Alemán, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).
Señaló que detrás del cese de operaciones está la pandemia, la menor inversión pública y privada en infraestructura, así como el otorgamiento de grandes obras de gobierno al Ejército.
Explicó que la pandemia aceleró el proceso de cierre de constructoras, pues desde 2018 se presentó un decrecimiento en el valor de la obra privada.
No obstante, espera que, con el repunte observado en el sector en los últimos meses, pueda acelerarse el desarrollo de la construcción.
