Ni el coronavirus los asusta. Huachicoleros se resisten a dejar el negocio del robo de combustibles en ductos de Pemex y le provocaron a la empresa y al país un quebranto de 18 millones 499.8 mil pesos en los primeros dos meses del año.
En febrero, de acuerdo con la Gerencia de Estrategia y Sistemas de Seguridad y Monitoreo de Pemex, grupos delincuenciales realizaron 874 perforaciones ilegales en diversos tramos de la red de ductos, para un promedio de 30 tomas por día.
La cifra fue ligeramente menor en 12 a la reportada en enero, cuando alcanzó 886 casos.
Sin embargo, desde septiembre de 2019 los huachicoleros mantienen un promedio mensual de 875 tomas ilegales, para una media de 28.8 perforaciones diarias durante ese periodo.
La Subdirección de Salvaguardia Estratégica (SSE) y la Dirección Jurídica de Pemex detallaron vía Plataforma Nacional de Transparencia que, en el primer bimestre del año, el crimen organizado provocó un quebranto de 18 millones 499.8 mil pesos por el delito de robo de combustibles en su modalidad de tomas clandestinas.
Los informes de Pemex destacan que en 2018 el quebranto por este delito totalizó 2 mil 231.8 millones de pesos y en 2019 fue de mil 330.7 millones.
Aun cuando se presentaron 430 denuncias en 19 entidades entre el 1 de enero y 29 de febrero, sólo seis personas fueron detenidas.
A pesar de las acciones del gobierno para inhibir el robo de combustibles, los tramos de ductos que pasan por Hidalgo, Puebla, Estado de México, Guanajuato, Veracruz, Tamaulipas y Tabasco, son los principales centros de operación de los huachicoleros.
Hidalgo encabeza el número de tomas a escala nacional en el primer bimestre. En enero reportó 301 y un mes después, 280.