Fitch Ratings y Moody’s dieron un duro golpe a Petróleos Mexicanos (Pemex) ante las fuertes dudas que genera la viabilidad financiera de la empresa: ambas agencias redujeron más su calificación, con lo que la petrolera se ha quedado sin grado de inversión para dos de las calificadoras más importantes del mercado.
Fitch ajustó su nota crediticia por segunda vez en lo que va de abril, dejándola en BB- desde BB, con perspectiva estable, apenas tres días después de que redujera un escalón la calificación de México. Así, la firma se queda a un nivel de caer en un escenario altamente especulativo, de acuerdo con la escala de calificación de la agencia.
“Fitch considera que Pemex tiene un gobierno corporativo débil, debido a la alta interferencia del gobierno en la estrategia de la compañía, financiamiento y modificaciones en la gestión que cambia en la administración. También está expuesta a las relaciones sociales y comunitarias en su área de influencia, ya que ha sido afectada por rupturas de ductos”, explicó la firma.
La reducción de Fitch Ratings a Pemex es resultado del deterioro de su perfil crediticio en medio de la crisis en la industria de petróleo y gas, y ante expectativas de precios bajos del crudo hacia adelante.
“La empresa cuenta con una flexibilidad limitada para afrontar los retos de la industria, dada la elevada carga fiscal sobre sus ingresos, los altos niveles de deuda, los crecientes costos de extracción de crudo y la elevada necesidad de inversión para mantener la producción y reponer reservas”, explicó Intercam Banco.
La compañía financiera dijo que a Fitch le preocupa también un deterioro en el compromiso del gobierno para garantizar la deuda de la petrolera, dados los propios problemas fiscales en la posición del país.
“Nuevos ajustes a la baja podrían darse si el gobierno no actúa para respaldar la liquidez de la empresa en caso de que se prolonguen los flujos de caja negativos en el futuro, de que exista menor efectivo en mano para la petrolera o se restrinja el acceso a capital a través de los mercados”, añadió.
Fitch Ratings también redujo la calificación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en línea con el ajuste que llevó a cabo con la calificación de México, al ubicarla en BBB- desde BBB.
Tal y como lo esperaba el mercado, Moody’s hizo lo propio con su calificación sobre Pemex, al bajarla en dos escalones, para quedar en Ba2 desde Baa3 con perspectiva negativa.
Dicho cambio implica que la firma también le quitó el grado de inversión: “Bajamos la calificación de Pemex y mantuvimos la perspectiva negativa en sus calificaciones luego de la baja de la calificación de México y su perspectiva negativa, dada la importancia crítica de las finanzas del gobierno y el apoyo en la evaluación del riesgo crediticio”.
Explicó que la necesidad de fondos externos de Pemex para cubrir su flujo de efectivo aumentará como consecuencia de la capacidad limitada de la compañía para mejorar sus resultados comerciales, debido a la etapa madura de los campos petroleros, escasez de capital para invertir lo suficiente en exploración y producción, con consecuencias negativas en la producción y el reemplazo de reservas.
El análisis se refiere también al mandato de expandir el negocio de refinación, “que Moody’s espera continuará registrando pérdidas operativas y será vulnerable a las tendencias de demandas a mediano plazo de la industria del petróleo y gas.
“La gerencia de Pemex cree que la compañía pudo reemplazar las reservas probadas a una tasa de 120% en 2019; sin embargo, es poco probable que la empresa pueda reemplazar las reservas a una tasa igual o cercana a 100% en 2020-21, dada la débil generación de efectivo y el acceso limitado al capital”, agregó.
De acuerdo con el calendario de su área de Relación con Inversionistas, se espera que —a finales de este mes— Petróleos Mexicanos informe sus resultados financieros y operativos al cierre del primer trimestre del año.
Sin embargo, en su último reporte entregado a los mercados, la petrolera dio a conocer una pérdida integral total por 658 mil 130 millones de pesos en todo 2019.
El dato contrastó con la utilidad integral total de 2018, estimada en 42 mil 972 millones de pesos.