Las ventas al menudeo en México sufrieron su primera caída de los últimos cinco meses, debido a la creciente inflación.
Con participación de 9% en la economía nacional, el comercio minorista se contrajo 0.4% en diciembre con respecto a noviembre del año pasado, al restar inflación y efectos estacionales.
Se trata de la primera pérdida desde julio del año pasado, cuando se redujo 0.4%, revelan los resultados de la Encuesta Mensual sobre Empresas Comerciales publicados ayer por el Inegi.
En particular, las ventas de enseres domésticos disminuyeron 4.8%, las de supermercados y tiendas departamentales cayeron 2.6%, y ferreterías, 1.6%.
El menor comercio puede estar relacionado con la inflación, cuyo nivel se mantuvo en 7.4% en noviembre y diciembre, su mayor registro en 21 años.
Para analistas de Banorte, la situación al inicio de 2022 es complicada, por la última ola de casos de ómicron a escala mundial, que pudo impactar al empleo y otros indicadores.
Señalan que la inflación sigue alta y la confianza del consumidor se ha moderado, con ajustes a la baja en sus componentes, a pesar del aumento de 22% al salario mínimo este año.
En Banorte consideran que el panorama se ve más favorable para febrero, cuando los casos de Covid comenzaron a mostrar una tendencia a la baja y se recuperó la movilidad.
“Los pagos de las becas a estudiantes y a los participantes del programa Jóvenes Construyendo el Futuro correspondientes a marzo y abril se adelantaron a febrero por el inicio de la veda electoral, lo cual puede impulsar el dinamismo del comercio minorista”, opinaron.
Desde su perspectiva, la economía continuará ganando tracción a mediano plazo, lo cual impulsaría la demanda doméstica.
No obstante, ciertos riesgos persisten, incluyendo que las presiones en precios se extiendan, especialmente el efecto en energéticos ante la invasión de Rusia a Ucrania, así como nuevas olas del virus y sus efectos en las cadenas productivas.
Con contribución de 7% en la economía nacional, la industria de la construcción redujo su producción 1.8% en diciembre frente a noviembre pasado, al restar la inflación y la estacionalidad.
Significa la peor caída de los últimos ocho meses, desde abril pasado, cuando la construcción se contrajo 1.9%, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras del Inegi.
Analistas de Banco Base relacionan la menor construcción con la falta de inversión pública en estados donde no se llevan a cabo proyectos insignia, falta de capital privado y presiones inflacionarias en materiales.
Casi 2 mil 500 constructoras dejaron de operar desde marzo de 2020 a la fecha, reveló la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).
Detrás del cese de operaciones está la pandemia de Covid-19, la menor inversión pública y privada en infraestructura, y el otorgamiento de obras de gobierno al Ejército, señaló.