En medio de la crisis sanitaria por la pandemia, algunos bancos redujeron las tasas de interés hipotecarias, aumentó el número de inmuebles que se ofertan, se intensificó el uso de la tecnología para realizar recorridos virtuales de las viviendas y se recurrió al uso de fotografías para promocionar propiedades.
Como resultado de estas prácticas, la venta de vivienda no se detuvo en su totalidad por el Covid-19, aunque los precios subieron 6.4% y las transacciones hipotecarias cayeron 20% en el primer semestre del año con respecto al mismo periodo de 2019, de acuerdo con datos de la Sociedad Hipotecaria Federal.
Hubo al menos tres instituciones financieras que redujeron sus tasas hipotecarias por debajo de 8% y a quienes ya tenían un crédito les dieron prórrogas, señaló el secretario del consejo directivo de la Asociación Nacional de Unidades de Valuación A.C. (ANUVAC), Fernando Rico.
Fue “sorprendente” que en junio la venta de vivienda, tanto nueva como usada, se recuperó en todo el país con respecto a la caída vista en abril, aunque se debe considerar que cada estado se comporta de manera distinta; el mayor dinamismo se dio en la zona norte.
A pesar de la compleja situación económica, el número de créditos individuales para vivienda nueva se incrementó 5.2% de enero a mayo respecto al mismo periodo de 2019, de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi).
Hubo comercialización, a pesar de que en el primer semestre del año la producción de vivienda nueva registró una contracción anual de 12.9% y que el inicio de nuevas construcciones disminuyó 20%, destacó Rico.
Además, durante la pandemia se agilizó tanto el proceso de búsqueda y compra de vivienda que ahora es posible realizar una transacción 100% de forma digital y no presencial, apuntó el analista de Real Estate del portal inmobiliario Propiedades.com, Leonardo González.
En medio de la crisis sanitaria, los procesos de automatización de ventas permitieron cerrar más rápido las transacciones para los desarrollos inmobiliarios en preventa por el ajuste de precios durante la negociación, los cuales terminaron beneficiando a los clientes. Además, los listados de casas que se ofrecen en venta o renta aumentaron 30%.
González expuso que el Covid-19 aceleró cambios, porque antes las personas realizaban recorridos por las calles de las colonias en las que les interesaba vivir y, en función de los letreros o anuncios, visitaban las propiedades que les gustaban.
Sin embargo, “hoy es muy diferente, porque esta industria evoluciona a la par del uso de internet y la flexibilidad de mejores gadgets y celulares”, añadió.
Para la población vulnerable al coronavirus, ver casas a través de internet “es un proceso tan habitual como complicado. Buscar casa nueva es casi un deporte nacional, no sólo en México, en todos los países. Esto tiene beneficios, pero también problemas”, mencionó González.
Uno de los puntos de mayor frustración para los compradores es que a veces las fotografías que se publican no corresponden a las preferencias e intereses de los usuarios que buscan un hogar, a pesar de que los datos duros de la oferta son razonables.
Por ello, hay que estar conscientes de que “la información gráfica es uno de los principales retos de las plataformas inmobiliarias”, agregó.
Si al interesado le gusta la vivienda y responde a sus expectativas, entonces se encadena la siguiente fase para realizar trámites, certificaciones, avalúos y concretar el proceso de compraventa, detalló González.