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En México, 80% de las operaciones de compra y venta de autos usados se realiza entre particulares, lo que es un mayor riesgo de fraude para compradores y vendedores.
En cambio, en Estados Unidos, las tasas se encuentran entre 50% y 60% de las operaciones, pues allá juegan un papel más importante los distribuidores y las plataformas digitales, de acuerdo con Caranty.
Esta empresa se especializa en la revisión y certificación de la parte legal del auto, concreta la transacción y ofrece financiamiento, si el comprador lo necesita. El director ejecutivo y cofundador de Caranty, Miguel Bulnes, explicó que el mercado está más regulado en Estados Unidos y todas las operaciones de compra y venta de autos usados están registradas.
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Además, hay empresas como Carfax que pueden rastrear el historial del vehículo incluyendo diferentes dueños, multas y accidentes.
Por otra parte, las plataformas de venta de vehículos usados tienen 10% del mercado estadounidense, cuando aquí tienen menos de 5%.
“En México, el mercado de autos seminuevos es seis o siete veces más grande que el de coches nuevos, pero es un mercado no regulado, no hay una autoridad que registre este tipo de transacciones porque está muy pulverizado.
“Ha venido una digitalización desde la pandemia. Ahora todo es en una plataforma, pero no te ofrecen seguridad, te contactan con otra persona y como particular tú tienes que resolver el problema”, dijo.
En su opinión, el gobierno federal tiene mucha “área de oportunidad” digitalizando todo el proceso de compra y venta de autos usados desde factura, historial del vehículo, alta de placas y las infracciones.
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“Aquí dan de alta las placas en múltiples estados, hay infracciones, no hay unificación de criterios y reglamentos. Deberíamos entrar por la parte de la facturación digital para conocer el historial real del coche”, indicó Miguel Bulnes.
En la práctica, detalló, 70% de los fraudes viene de la falsificación de la factura, otra son las multas y altas y bajas de placas en otros estados.
Para los reportes de robo si hay una plataforma del gobierno, pero trae un retraso de 48 o hasta 72 horas, entonces, no puedes tener certeza de si ese auto fue robado en ese tiempo, agregó.
Registros de Simdata Group muestran que distribuidores venden en México un promedio de 81 vehículos usados al año, por agencia.
Bulnes comentó que los usuarios buscan alternativas que quiten el riesgo y les den financiamiento, pero en Caranty no llegan a 5% del total del mercado, ya que 80% del mercado se cierra entre particulares, conocidos, referenciados o en redes sociales, pero no utilizan una plataforma o un experto.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia informó que las víctimas pueden llegar a perder 250 mil pesos por estos fraudes.
