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Mérida, Yuc.— Aunque poco a poco se registra la llegada de inversiones chinas a México, los proyectos que ya operan en el país podrían enfrentar problemas financieros por el desconocimiento del mercado, señalaron expertos.
El socio líder para el mercado asiático de Deloitte, Jorge Mesta, expuso que las empresas chinas que vienen a México por primera vez “entran con alto grado de desconocimiento y pueden pasar por problemas”.
Por ejemplo, pueden “pasar por un muy mal rato financiero” porque subestiman costos o sobreestiman la demanda, porque no sabían si estaban en el lugar óptimo para producir o no hicieron bien algunos cálculos, ya que producir en México es más caro que en China.
Consideró que existe el riesgo de que salgan del país “si los números no jalan” y otros factores, de manera que las nuevas inversiones pueden diferirse o pausarse.
Sin embargo, la relocalización de capitales (nearshoring) atrae semanalmente a un promedio de 10 empresas manufactureras chinas con interés por invertir en México, de las cuales una concreta su proyecto, dijo la presidenta de la junta de consejo de la Cámara de Comercio y Tecnología México-China, Amapola Grijalva.
“Nosotros recibimos en la cámara más o menos 10 empresas por semana que vienen de China a explorar el mercado, que están en este proceso de exploración, lo cual comenzó a ocurrir desde mediados de 2021”, detalló.
“En esos tres años hemos detectado más o menos 100 nuevas empresas que invirtieron en México”, dijo. Se trata sobre todo de negocios de ensamblaje de motores y de las industrias eléctrica-electrónica y de autopartes, entre otros sectores.
Presente en la 49 Convención Nacional del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), Grijalva afirmó que los inversionistas chinos reciben “información un poco contradictoria”, porque para ellos es difícil comprender que los estímulos a la inversión son distintos en los ámbitos federal y estatal.
“Eso implica que deben conocer cómo funciona nuestro sistema de gobierno, fiscal o de prestaciones laborales. Todos estos aspectos tenemos que traducirlos no en términos de sus propias regulaciones, sino hacer las equivalencias como análisis de política comparada”.
Comentó que una de las quejas de las empresas chinas en México “es que hay mucha rotación laboral, que es difícil retener al personal”.
Además, los asiáticos están acostumbrados a alojar a sus trabajadores dentro del mismo parque industrial como incentivo, pero en México se considera necesario alejarse del trabajo para descansar.
Otro de los problemas es la falta de proveedores nacionales que les suministren materias primas.