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La guerra comercial entre los gobiernos de Estados Unidos y China no parece tener una pronta solución, pese a que ambos frenaron la imposición de aranceles para un nuevo paquete de productos, dijo el presidente del Comité de Comercio Exterior y Logística de la American Chamber, Francisco de Rosenzweig.

Las negociaciones para terminar con esta imposición mutua de aranceles entre las dos economías “francamente no se ve que sea sencillo ni pronto”, aunque es deseable que no demore más por el impacto que puede tener sobre el crecimiento mundial y de Estados Unidos, así como el impacto a la economía mexicana por su gran dependencia.

Lo anterior, a pesar de que en el corto plazo beneficia a México. Por ello, es importante que se diversifique el destino de las exportaciones mexicanas tan pronto como sea posible para que la economía local se coloque en una posición de fortaleza.

De la amenaza de Estados Unidos contra México, de que puede poner aranceles de 25% a los productos nacionales si no se frenaba la migración centroamericana a territorio estadounidense, Rosenzweig dijo que parece que los datos que presentó la Cancillería convencieron.

Sin embargo, el exfuncionario dijo es importante no permitir que se vinculen esos dos temas porque se pone en riesgo un aspecto económico por mezclarse con un tema humanitario.

T-MEC e impeachment. El exsubsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, dijo que a pesar de que surjan más presiones por el posible juicio o impeachment contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no se debe permitir reabrir el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Argumentó que no debe revisarse porque ya se encontraron los balances que permiten beneficios a los tres socios. Con todo ello se abre el escenario de que se complete la aprobación de los congresos de los dos países socios hasta 2020.

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