La economía mexicana logró crecer 1.0% entre abril y junio en comparación con los primeros tres meses de este año, de acuerdo con la estimación oportuna del producto interno bruto (PIB) del Inegi.
El resultado sorprendió a los analistas, quienes esperaban un avance de 0.8%. Sin embargo, la economía muestra un tamaño similar al que tenía hace cinco años, concretamente en julio y septiembre de 2017, antes del inicio del gobierno actual, revelan cálculos realizados por Janneth Quiroz, subdirectora de análisis económico de Monex.
El dinamismo reciente ha sido insuficiente para recuperar el terreno perdido por la pandemia, ya que con el incremento reportado hasta junio el PIB nacional aún se ubica 1.2% por debajo del nivel observado previo a la crisis sanitaria y 2.1% menor a su máximo alcanzado en el tercer trimestre de 2018, estima Quiroz.
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La situación refleja la debilidad de la recuperación que ha tenido México en más de dos años de pandemia, sobre todo si tomamos en cuenta que ya quedan pocos países en el mundo que no han logrado remontar el impacto económico de la crisis sanitaria.
Esta semana, el FMI elevó sus previsiones de crecimiento para México en 2022, con una tasa de 2.4%, pero, aunque se confirme el pronóstico, la economía nacional todavía no recuperará el valor que tenía previo a la pandemia. Las actividades relacionadas con los servicios presentaron un incremento de 1% entre abril y junio pasado, luego de expandirse 1.3% tres meses antes.
Los servicios contribuyen con dos terceras partes de la economía y están asociados al consumo de los hogares en el país.
Los patrones de gasto de los hogares se han normalizado ante la dilución de los efectos de la pandemia, lo que explica gran parte de los últimos avances en comercio, transporte, alojamiento y preparación de alimentos, comentó Alejandro Saldaña, analista de Ve por Más.
La industria, la cual aporta una tercera parte de la producción nacional y está más ligada con el comercio exterior, se elevó 0.9%, tras expandirse 1.2% durante el trimestre anterior. Con el resultado, la industria superó, por primera vez, el valor que tenía a finales de 2019.
La dilución de algunos cuellos de botella en la producción, el mayor consumo de bienes y el buen desempeño de las exportaciones siguen dando soporte a la industria manufacturera, mientras que la construcción sigue rezagada, explicó Saldaña.
Finalmente, las actividades agropecuarias, que representan menos de 4% del valor total de la economía nacional, rebotaron 0.9% luego de desplomarse 2.0% al inicio del año, posiblemente reflejando el buen dinamismo en la manufactura de alimentos, exportaciones y servicios de preparación de alimentos.
“Los resultados del PIB en el segundo trimestre de 2022 son una buena noticia y alivianan algunos de los riesgos para el horizonte económico en el corto plazo. Aun así, la perspectiva más amplia sigue siendo desfavorable, pues el PIB aún se encuentra debajo de sus niveles precrisis y las expectativas para el próximo año no alientan un escenario en el que vuelvan a superarse”, advirtió Daniel Arias, analista económico de Monex.
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